La información más reciente otorgada por el gobierno brasileño sobre contaminación en las aguas de Río de Janeiro revela que cerca de la zona donde habrá una prueba del triatlón este fin de semana las aguas “no son aptas” para realizar la actividad.

La advertencia, basada en los niveles de bacterias fecales, está disponible en el portal de internet de la agencia ambiental de Río de Janeiro.

La agencia ambiental de Río no respondió a solicitudes para explicar si realizaron más análisis de los hechos anteriormente, o si los organizadores de las pruebas fueron notificados sobre la advertencia.

Los equipos reunidos en Copacabana dijeron que la Unión Internacional de Triatlón les garantizó que el agua es segura en las partes donde se entrenaron los paratletas.

“La información que tenemos es que el agua es segura para nadar”, aseguró Amanda Duke, directora del equipo estadounidense de paratriatlón.

Los atletas dijeron que el agua lucía mejor pero los expertos y los propios supervisores del gobierno advierten que la contaminación no siempre es evidente a la vista.

El organismo rector del triatlón señaló que no realizará pruebas al agua por su cuenta, aunque solicitó información a las autoridades locales sobre la calidad del agua.

The Associated Press publicó el jueves los resultados de una investigación de cinco meses sobre la calidad del agua en Río. La investigación reveló que el agua en las sedes olímpicas está contaminada con altos niveles de virus y bacterias.

El estudio de la AP demostró que el lugar donde los atletas entraban al agua el viernes en Copacabana tenía un nivel mínimo de sobre dos millones de adenovirus humano por litro.

El adenovirus humano se multiplica en los tractos intestinales y respiratorios de las personas. Son los virus que ocasionan enfermedades respiratorias y estomacales, incluyendo diarrea explosiva y vómitos, pero también pueden provocar otras enfermedades más graves del corazón y el cerebro.

El gobierno estatal de Río y la agencia ambiental criticaron el jueves el reportaje de AP, alegando que era alarmista e injusto juzgar la calidad del agua en Río basándose en los niveles de virus, cuyos límites no están fijados en la legislación brasileña, estadounidense o de la Unión Europea.

La zona que fue declarada no apta para bañarse por la agencia ambiental esta semana fue evaluada por sus niveles de bacterias fecales. Ese mismo sector ha sido declarado no apto en al menos ocho ocasiones este año.