Es indudable que cada deportista tiene un momento de inflexión, sea positivo o negativo, en su carrera. Y es también indudable que aquel momento positivo llegó para Victoria Rodríguez en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015. La medalla de plata, sinónimo de haber derrotado a las mejores jugadoras de la WTA de la región, representó para la tenista nacido de Durango un punto de quiebre.

Tras ver el lábaro patrio hondear en lo alto en Toronto, el calendario de Chely prosiguió en suelo canadiense. Esta semana, la ciudad de Gatineau organiza un torneo challenger de 25,000 dólares. Rodríguez se enfrentó a la número uno de México y compañera de dobles, Marcela Zacarias, en duelo de cuartos de final. El gran estado de forma que atraviesa la duranguense fue suficiente para doblegar por 7-5 y 6-3 a la potosina.

A pesar del resultado adverso, ambas jugadoras dejaron de lado el desenlace del singles para concentrarse en la semifinal de dobles. El binomio azteca derrotó por 6-1 6-2
a la británica Naomi Cadavay y la estadounidense Alexa Glatch. Mañana, semifinal de singles y final de dobles esperan a la tenista mexicana que más ha dado de hablar en el último mes.