Arrancó la Copa del Rey en el Gran Canaria ante un enorme colorido y ambiente en unas gradas en las que sobresalía la presencia de un grupo de aficionados del Laboral Kutxa, equipo que no se clasificó para esta edición copera. Con la mayoría de la grada teñida de amarillo y continuos piques sanos entre aficiones con cánticos, se daba pistoletazo de salida al esperado torneo con una llamativa presentación gráfica sobre el parqué que deleitó a los presentes. La Copa ya había empezado y todavía no se  había producido el primer salto inicial.

Minutos después, dio inicio un encuentro que no dejará jugadas para el recuerdo, pero sí fue una intensa lucha entre dos conjuntos que no decepcionaron a los presentes. El inicio estuvo marcado por las fuertes defensas, aunque a la larga se acabarían imponiendo los ataques.

Sato tomaba la responsabilidad en el ataque taronja con siete de los primeros 10 puntos, a quien se le sumó Aguilar con seis. En el Barcelona Marcelinho no estaba acertado y era Doellman quien mantenía el marcador igualado (13-13) a falta de cuatro minutos. No obstante, la entrada de Hezonja dio otro aire al equipo azulgrana, ya que con dos triples, uno de ellos sobre la bocina, logró dar la primera ventaja a los de Pascual al final del primer periodo por 25-21.

Hezonja protagonista

El alero croata fue protagonista en las dos partes aunque por diferentes motivos. En la primera fue quien aceleró el ritmo del partido y comenzó a romper las defensas, mientras que en la segunda mitad se mostró muy desacertado e incluso acelerado por momentos, lo que le costó una técnica en el tercer cuarto por protestar una falta que había recibido pero no fue señalada. No obstante, Hezonja acabaría volviendo a encontrar canasta en el último cuarto y en momentos clave para terminar con 13 puntos.

Tras lograr una ligera renta de siete puntos en el inicio del segundo cuarto, reaccionó el cuadro de Durán merced a los puntos de Bojan Dubljevic, que encontraba con facilidad las grietas que dejaba el conjunto azulgrana en la pintura. El transcurso del segundo periodo estuvo marcado por la misma pauta: Valencia Basket a remolque luchando para mantener de forma mínima la desventaja, mientras que el Barcelona trataba de lograr, sin éxito, rentas que no superaban los seis puntos pese al atasco ofensivo del conjunto taronja (44-38).

Doellman domina tras el intermedio

El descanso pareció sentar mejor que a nadie al ex jugador valencianista Justin Doellman, quien con cinco puntos consecutivos y mucha presencia en ataque logró la máxima renta azulgrana hasta el momento (52-43), una ventaja que se iría posteriormente hasta los diez puntos con un triple de Brad Oleson. Esta renta acabaría siendo decisiva a la postre. Tal como ocurriera en el segundo periodo, se volvió a repetir la historia. Barcelona aumentaba la ventaja muy lentamente y Valencia continuaba remando para irse al último cuarto con una diferencia de cinco puntos (62-57).

Al comienzo del último periodo amagó Valencia con volver a poner las tablas, pero entonces emergió la figura de Alex Abrines para, pese a tener cuatro faltas, anotar dos triples consecutivos que volvían a dar once puntos de ventaja tras una canasta de Navarro. Pero Valencia Basket se negaba a hincar la rodilla, llegando a ponerse nuevamente a cinco puntos con cuatro minutos por jugar gracias a su acierto exterior.

Cuando parecía que el cuadro blaugrana había cerrado el partido, los de Carles Durán no perdieron nunca la fe ni bajaron los brazos, llegando a colocarse a cuatro puntos con posesión a falta de 33 segundos, pero Dubljevic y Sato erraron sus lanzamientos. Al final la renta acabó resultando insalvable para los taronja y el equipo de Xavi Pascual accede a las semifinales de la Copa del Rey gracias a su mayor acierto y calma en los momentos clave del partido. 85-80.