La manada de Minnesota aúlla más fuerte que nunca. Los 'lobos' habían mostrado su carácter y potencial en su casa en el Target, pero la pasada madrugada tocaba demostrar su valía en un pabellón donde nunca se pasa desapercibido, en el Madison. Los New York Knicks esperaban en su feudo, una de las franquicias con más potencial de la NBA con 'Melo' a la cabeza. Otra dura prueba tras superar con éxito a Durant y sus hombres el pasado viernes. Y de nuevo los Timberwolves no solo estuvieron a la altura, sino que supieron doblegar a unos Knicks con un primer cuarto arrollador, y sabiendo administrar la ventaja el resto del encuentro. 
 
De nuevo Kevin Love comandó a los suyos, con un importante papel ya en el primer cuarto (13 puntos). No menos crucial el papel de Martin, quien estuvo muy acertado en el tiro (5 triples de 5) y se fue hasta los 30 puntos en el partido de anoche. Un cóctel formado por un ataque con un alto porcentaje de acierto en el tiro, sumado a una gran defensa, dio como resultado una ventaja de 21 puntos (40-19) al término del primer asalto. 
 
Pese a que una canasta de Barea puso la distancia en los 23 puntos, los locales, tirando de un Bargnani más activo respecto a los pasados encuentros y de un siempre presento Carmelo Anthony, trataron de ir reduciendo la ventaja poco a poco. Aunque lograron acercarse hasta los menos 13 puntos, la diferencia al término de la primera parte se cerraría en los 15 (64-49), gracias a un triple casi sobre la bocina de Metta World Peace, que se fue hasta los 17 puntos. 
 
El dominio de los de Rick Adelman era evidente, y no dejaron a sus rivales soñar con la remontada en ningún momento del tercer cuarto, con la dupla Pekovic - Love dominando la pintura, y con Martin desde el perímetro amenazando con una nueva canasta de tres en todo momento. Carmelo pudo haber dejado la diferencia en los 12 puntos antes del comienzo del último cuarto, pero su triple fallado a siete décimas del final hizo que, de nuevo, la ventaja de los Wolves quedase en los 15 puntos (93-78). El éxito de los de Minnesota radicó, más que en la defensa, en su gran acierto en ataque, sobre todo por parte del escolta Martin, quien saldó el encuentro con 9-12 en tiros de campo. Por contra, los números de unos Knicks sin puntería en la noche de ayer, como muestran los 8-21 de 'Melo', o los 3-12 de Felton y Hardaway.

Relajación visitante en el último cuarto

La ventaja que habían logrado los Wolves en el primer cuarto, y que supieron defender en los dos siguientes, llenó de confianza a los de Adelman que parecían saberse ganadores del encuentro. Sin embargo, los Knicks no se rindieron hasta el último momento, haciendo bueno eso de que "hasta el rabo todo es toro". Los locales se apoyaron en un Anthony que lograba rebajar la distancia a los 7 puntos a falta de todo un mundo: siete minutos. La remontada se veía posible en el Madison, más aún cuando un triple de Shumpert tras asistencia de Prigioni colocaba a los Knicks a dos puntos (100-98). Apareció entonces la figura de Martin, primero para anotar un libre fruto de una técnica del propio Prigioni, y segundos más tarde para anotar un triple que devolvía el aliento a los Wolves. Los locales desaparecieron entonces para confirmar la victoria final (109-100) de unos Wolves que confirman su buen momento, con un balance de tres victorias y ninguna derrota, y firmando el mejor arranque en doce años. 
 
Nueva York, por su parte, ve la primera derrota de su equipo en la presente campaña. Los Timberwolves visitarán esta noche a los Cavaliers, mientras los Knicks recibirán a los Bobcats en la noche del martes. 
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