Desde el Siglo XV, la expresión 'príncipe de sangre' se impuso para calificar a los miembros de los linajes descendientes de San Luis que pertenecían a la casa real y eran aptos para suceder en el trono. Cerca de cumplir 27 otoños (Brioude, 09/11/1990), Romain Bardet parece erigirse como el verdadero elegido para ocupar el mayor lugar de privilegio de la Casa de Francia. Un trono que permanece vacante desde 1985, cuando Bernard Hinault subió a lo más alto del podio en los Campos Elíseos. 32 años después, ningún ciclista francés ha logrado ganar el Tour. Pero la larga espera está llegando a su fin.

La progresiva pero imparable evolución del heredero

El corredor del Alto Loira conoce bien ese lugar sagrado y sus pies ya han pisado los dos escalones laterales, forjados en plata (2016) y sufrido bronce (2017), que secundaron en ambas ocasiones a Chris Froome IV, el emperador dorado de la Grande Boucle en los últimos tiempos. Cinco Tours disputados (puestos 15º, 6º, 9º, 2º y 3º), dos podios, tres triunfos de etapa... Paso a paso, muesca tras muesca hasta la victoria final. Asumiendo el sufrimiento de manera natural, porque este deporte no se entiende de otra manera, en lo bueno y en lo malo.

El ciclismo francés confía en las posibilidades de Bardet. | Imagen: L'Equipe
El ciclismo francés confía en las posibilidades de Bardet. | Imagen: L'Equipe

Bardet afronta un camino de progreso coherentePara celebrar, como esa media sonrisa de alegría contenida que ilustraba la superioridad de Bardet sobre unos agonizantes Urán y Aru en el tremendo último muro de Peyragudes. Para aprender, con su cuerpo escuálido, extenuado, sentado, solo, callado y pensativo en las tripas del Velodrome a pesar de saber que mantenía su lugar en el podio por tan solo un segundo tras una pésima contrarreloj. Contención en el triunfo y la derrota, porque todo forma parte de un camino que está marcado al menos en lo principal.

Bardet, pensativo en el Velodrome tras la crono del Tour 2017. | Foto: Velonews
Bardet, pensativo en el Velodrome tras la crono del Tour 2017. | Foto: Velonews

Su primera grande fuera de casa

Y ese camino le trae a España. La Vuelta 2017 será la primera grande que dispute Romain Bardet fuera de casa. A sabiendas de que el primer y gran esfuerzo ya ha sido invertido (y, afortunadamente, amortizado), el galo necesita salir de su zona de confort para crecer y madurar a nivel competitivo. Ciclista de cuna del conjunto AG2R, sabe que aquí no será lo mismo. Los de rombos no podrán jugar esta vez la baza que supone conocer al detalle cada rincón del libro de ruta, pero su estilo vistoso y alegre les convertirá nuevamente en grandes animadores de la carrera. El AG2R ha demostrado ser el equipo más ambicioso, desplegando una estrategia decidida y atacante subiendo y bajando.

Bardet ha sido, junto a Landa, el mejor escalador del Tour 2017. | Foto: TDF
Bardet ha sido, junto a Landa, el mejor escalador del Tour 2017. | Foto: TDF

La mejora contra el crono, asunto prioritarioEl recorrido de la Vuelta a España 2017 no es muy favorable para las características de Romain Bardet, sobre todo teniendo en cuenta la larga y llana contrarreloj de Logroño. La segunda jornada de descanso trae en su mano, cual caramelo envenenado, una crono de 40 kilómetros completamente llanos para estrenar la última semana de carrera. La organización del Tour de Francia va evolucionando el diseño de sus recorridos año tras año, acortando los kilómetros contra el crono quizá pensando en Bardet, pero está claro que para ganar una grande el ciclista galo necesita mejorar imperiosamente su pobre rendimiento en esta especialidad. Un estudio de un ingeniero centro europeo señalaba al casco de contrarreloj del equipo AG2R, casi el único cuyo diseño es diferente al resto del pelotón internacional, como una de las causas. Determinaba que Bardet podría perder un buen puñado de segundos por kilómetro solamente por el uso de ese casco. Sería reducir mucho el análisis, pero todo influye.

La mejora contra el crono, prioritaria para Bardet. | Foto: Le Figaro
La mejora contra el crono, prioritaria para Bardet. | Foto: Le Figaro

Pero seguro que el casco era una de las menores preocupaciones de Bardet en esa profunda imagen del Velodrome. Su capacidad de análisis va sin duda mucho más allá. Así debe ser para crecer y mejorar. Experimentando, aprendiendo y sin la presión de correr para ganar, esta Vuelta a España 2017 puede suponer un extraordinario banco de pruebas para él, además de su primer intento como jefe de filas en dos de las tres grandes rondas. Otro paso más para convertirse en uno de los mejores ciclistas del mundo.