Soy 'cholista'. Sí. Me declaro admirador de Diego Pablo Simeone. Como ya hiciera en su etapa como jugador, el argentino está devolviendo, pasito a pasito, al Atlético de Madrid al lugar que le corresponde por historia: pelear por la Liga y la Copa del Rey e intentar llegar a las rondas finales de la Champions League.

El eterno '14' le ha devuelto la confianza a sus jugadores y la ilusión a la siempre fiel hinchada rojiblanca, que vuelve a sonreír con su equipo pese a no olvidar que los de arriba se hicieron con el club al margen de la ley. Simeone acumula 26 victorias, 9 empates y 9 derrotas en  44 partidos dirigidos en Liga, y ya cuenta en su haber con dos trofeos: la Europa League y la Supercopa de Europa. Esta temporada, el Atlético es segundo, siete puntos por encima del Real Madrid y a 9 del Barcelona, una posición de privilegio teniendo en cuenta que el cuadro madrileño no supera la cuarta plaza en Liga desde 1996, inmerso en una inestabilidad en la última década que parecía no tener solución, con el paréntesis del quiero y no puedo de Quique Sánchez-Flores.

Su estilo de juego es claro, y su filosofía también. Un equipo tipo muy marcado en Liga, con protagonismo para los hombres de rotación en el resto de competiciones, la agresividad y la intensidad como bandera, un elevado orden defensivo y mucha mordiente al contraataque, sin desechar, claro está, el balón cuando hay opciones de jugarlo con facilidad.

En rueda de prensa el argentino se muestra sobrio, sincero, evita las excusas y reconoce siempre sus errores, respaldando el trabajo realizado por sus jugadores sobre el terreno de juego y sin darle más importancia de la debida a los errores arbitrales. Respeta y estudia al máximo a sus rivales y nunca va más allá del próximo partido, sin fijarse objetivos a largo plazo. 

A falta de poco menos de media temporada, y con todos los títulos en juego, el Atlético de Simeone pinta más que bien, con la Champions como principal objetivo y la final de la Copa del Rey, ante Real Madrid o Barcelona, encarrilada ante el Sevilla. Veo al técnico rojiblanco como al Guardiola atlético. Un entrenador de la casa, que conoce la historia y los valores del club y que congenia y cuenta con el apoyo incondicional de la grada. La renovación debería estar asegurada, y además, por muchos años.

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Sobre el autor
Santy Menor
Avilés, 1989. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Valladolid y autor de 'La soledad del portero' (Éride, 2014). LA VOZ DE AVILÉS, TODODEPORTE, ELCOMERCIO.es y Sphera Sports.