El Deportivo de La Coruña finaliza el año 2016 con buenas sensaciones. Se ha clasificado para octavos de final de la Copa del Rey y ha realizado buenos encuentros durante los tres últimos partidos de la competición liguera. Venció en dos de ellos y a punto estuvo de darle un susto al Real Madrid en el Bernabéu. Sin embargo los blanquiazules no deben confiarse, y es que el año pasado por estas mismas fechas se encontraban en una situación mejor, en lo que a puntos se refiere. Pero al final el equipo acabó salvándose casi sobre la bocina y el técnico Víctor Sánchez del Amo fue destituido.

Bajón del equipo tras la vuelta de Navidades

El Dépor parecía haber encontrado la estabilidad. Tanto directiva como afición habían depositado muchas esperanzas en la temporada 2015/2016. La vuelta a casa de Víctor significaba el inicio de un proyecto muy prometedor con un entrenador y unos jugadores que sintiesen los colores. Se hicieron grandes contratos que supondrían buenos activos del club como Mosquera y Fayçal tras el descenso administrativo del Elche, pero sin duda el más importante fue la vuelta a casa del ídolo de Riazor, Lucas Pérez por 1.5 millones, que luego se vendería por 14 veces lo que había costado un año antes.

Era el primer desembolso económico de la era Tino Fernández tras muchos años de equipos hechos a base de cedidos por el gran lastre de la deuda económica. Todo eso se vio reflejado en el gran arranque liguero del equipo, sin duda el mejor de los últimos años. Víctor supo crear un equipo con identidad, capaz de puntuar en el Camp Nou o contra el Atlético de Madrid y con una columna vertebral claramente definida formada por Sidnei, Mosquera y Lucas, de los que consiguió sacar su mejor faceta, sobre todo del delantero que empató el récord de Bebeto y anotó el gran registro de 12 goles en la primera vuelta.

Lucas Pérez celebra un gol en Riazor. Foto: RC Deportivo.
Lucas Pérez celebra un gol en Riazor. Foto: RC Deportivo.

El Dépor acababa el año cerca de puestos europeos confirmándose como uno de los equipos revelación con la friolera de 27 puntos y tan solo dos derrotas en 17 jornadas. Pero con la llegada de la segunda vuelta, Víctor anunció un cambio de juego en rueda de prensa para evitar ser un rival predecible. Se dejó de ver al Dépor seguro en defensa y que salía a la contra con la velocidad de Lucas y Jonathan y se empezó a ver un Dépor más combinativo con la recuperación de Celso Borges.

Los malos resultados empezaron a llegar y tras la buena primera vuelta, el conjunto de Víctor Sánchez no consiguió su primera victoria de 2016 hasta la jornada 30 a finales de marzo. El mal momento que atravesaba el equipo sorprendía a propios y extraños. Fernando Navarro tuvo unas palabras como mínimo curiosas en rueda de prensa cuando comentó que se hacía una idea de las causas que provocaron el bajón del equipo, pero que prefería quedárselas para él.

Al final de temporada tras la permanencia conseguida en Villarreal, Víctor explicó todas y cada una de ellas en una rueda de prensa que pasará a la historia donde el técnico comentó los problemas internos de vestuario que había atravesado el equipo por la actitud tan poco profesional de dos jugadores concretos, Luisinho y Lopo. Víctor cumplió el objetivo por segundo año consecutivo, pero tanto Lopo como él, salieron del club en verano tras la falta de confianza de la directiva y la poca capacidad del técnico para llevar las riendas de un vestuario que ya no contaba con su confianza.

Salvación en el Madrigal

Por segundo año consecutivo el Dépor llegaba a mayo con la permanencia sin resolver. La situación no era tan agónica como la de la temporada anterior en el Camp Nou, pero lo cierto es que los gallegos se presentaron en el Madrigal con el agua al cuello, máxime sabiendo que a la semana siguiente le tocaba despedir la temporada en Riazor contra un Real Madrid con opciones de ganar la liga. Cuatro meses antes del enfrentamiento contra el Villarreal, ni los más agoreros hubieran previsto un final tan infartado, ya que al término de la primera vuelta del campeonato el Dépor era noveno con 27 puntos, ocho por encima de los puestos de descenso. Pero los herculinos dilapidaron la ventaja en una segunda vuelta horrible, hasta el punto de encontrarse de bruces con la disyuntiva vencer o morir en uno de los campos más difíciles de España.

Afortunadamente, el Dépor se encontró a un Villarreal plagado de suplentes, sin ningún objetivo pendiente en liga y que acababa de ser eliminado en las semifinales de la Europa League. En el bando deportivista, Víctor apostó por los jugadores habituales pero le dio una vuelta táctica al equipo, optando por colocar una línea de cuatro centrocampistas entre Mosquera y Lucas, tirando a Luis Alberto a la banda izquierda y con Fajr y Álex escoltando al mediocentro coruñés. Tras un par de sustos protagonizados por Adrián y Leo Baptistao, a la media hora de juego el Dépor se adelantó en el marcador con un excepcional disparo desde fuera del área de Fayçal Fajr.

Diez minutos después del comienzo de la segunda parte Lucas Pérez ganó la espalda de la defensa, se coló con dos toques en el área amarilla, y, veloz y letal, batió a Barbosa con un zurdazo a la escuadra. El 2-0 sentenció el encuentro, y ni Dépor ni Villarreal se molestaron demasiado hasta el pitido final. Con ese resultado el Dépor finalizaba la temporada en la decimoquinta posición con 42 puntos, cuatro más que el descendido Rayo Vallecano. La victoria en un partido serio frente un rival descafeinado solucionó el entuerto en el que se habían metido los blanquiazules, que consiguieron salvarse del descenso en las postrimerías de una temporada en la que se disfrutó mucho pero se sufrió demasiado.

La destitución de VSDA

Víctor comenzó su andadura en las filas blanquiazules como jugador. El futbolista llegó a A Coruña procedente del Real Madrid en el 1999. En el club deportivista se quedó durante las siete siguientes temporadas como defensor de la elástica del Dépor. En el conjunto blanquiazul logra grandes hitos tales como la consecución de una Liga, una Copa del Rey y dos Supercopas. Uno de los hechos que más destacan en su paso por el club fue su hattrick anotado en Balaídos en el histórico cero a cinco frente al eterno rival. Sánchez del Amo participó también en competiciones internacionales en el club herculino, las cuales le ayudaron a llegar a los 43 tantos como jugador del Deportivo en sus siete años como militante de sus filas.

Su regreso al club blanquiazul se produjo el 9 de abril de 2015 como nuevo entrenador del conjunto blanquiazul. Su buen hacer el año de su llegada, logrando una agónica salvación en el Camp nou, hizo que su contrato fuese renovado de cara a las próximas temporadas. La temporada 2015/16 la comienza leyendo a la perfección la mayoría de los partidos de la primera vuelta a pesar de su escasa experiencia como entrenador. El equipo pierde únicamente cinco de los primeros veinticinco encuentros, por lo que acaba la primera vuelta entre los diez primeros equipos en la tabla de clasificación. Además, consiguió buenos resultados ante grandes rivales como los empates frente al FC Barcelona, Atlético de Madrid y Sevilla y la victoria en el derbi gallego por dos goles a cero en Riazor contra el Celta de Vigo, el eterno rival. Víctor parecía haber devuelto la ilusión y hacer soñar a la afición blanquiazul, la cual estaba acostumbrada a sufrir con el equipo en las anteriores temporadas. Tal es así, que fue reconocido por La Liga como mejor entrenador de la primera vuelta.

Víctor Sánchez del Amo en el partido del Deportivo ante el Atlético. Foto: Juan Ignacio Lechuga (VAVEL).
Víctor Sánchez del Amo en el partido del Deportivo ante el Atlético. Foto: Juan Ignacio Lechuga (VAVEL).

Sin embargo, en la segunda mitad de la competición todo cambió. Los egos del vestuario dieron lugar a un mal ambiente entre la plantilla. Esto se vio reflejado en los resultados, pero Víctor fue quien de ser de nuevo un salvador y conseguir una nueva permanencia en el Madrigal a falta de una jornada para finalizar la competición. Pero todo explotó una vez certificada la salvación y Sánchez del Amo fue el primero en caer del equipo. Dos salvaciones que dan como resultado una destitución.

Gaizka Garitano, al frente del nuevo proyecto

Tras el despido de Víctor Sánchez del Amo empezaba la búsqueda de un nuevo director técnico que cogiera el timón. Varios nombres encima de la mesa, pero al final solo quedó uno: Gaizka Garitano, a priori capaz de solucionar los problemas de vestuario que germinaron en la anterior temporada. El exentrenador de Eibar y Valladolid, entre otros, llegaba al Deportivo con la permanencia entre ceja y ceja. Así pues, con un buen precedente vasco en el banquillo de Riazor como fue Irureta, Gaizka se enfundaba el mono de trabajo con nuevos retos para la temporada 2016/2017.

Gaizka Garitano dirige un encuentro del Dépor. Foto: Laura Santos (VAVEL).
Gaizka Garitano dirige un encuentro del Dépor. Foto: Laura Santos (VAVEL).

El primer disgusto para el nuevo entrenador llegó pronto con la marcha de Lucas Pérez, la estrella del equipo. A pesar de esta pérdida de talento, Garitano disponía de una plantilla con grandes activos, capaces de desarrollar los planteamientos del técnico vasco. Esos planteamientos fueron, inicialmente, concebidos para lograr una gran efectividad en defensa, asegurando un marcador corto en contra. El equipo defendía bien, pero tenía una carencia: el gol; este aspecto deslucía los partidos del Deportivo, que pese a realizar un buen trabajo en defensa no lograba alcanzar los tres puntos. Las semanas pasaban y el conjunto coruñés seguía sin sumar, sin agradar a la afición; la confianza en Garitano iba desapareciendo a marchas forzadas y su puesto como entrenador pendía de un hilo.

La situación dio un vuelco a falta de un mes para concluir el año, momento en que el planteamiento de los partidos cambió. El equipo por fin le daba importancia al ataque. A pesar de bajar el nivel defensivo respecto al primer tramo de la temporada, la apuesta por un mayor juego de asociación y la mejora sustancial en fase ofensiva se ha hecho notar en los últimos partidos del año. Ya en diciembre se puede decir que el Deportivo está recogiendo los frutos de su trabajo.

Los refuerzos

El Deportivo de La Coruña se reforzó con multitud de jugadores durante el mercado de fichajes veraniego. Antes de la llegada de Gaizka Garitano, el conjunto coruñés había incorporado a tres hombres de cara a la nueva temporada que comenzaría después del verano. El primero de ellos, fue Fayçal Fajr, que, debido a la permanencia del Elche en Segunda División, quedaba ligado al conjunto herculino durante dos años. Había sido una pieza clave en los esquemas de Víctor y mantener al grueso de los jugadores que dieron la permanencia se antojaba clave. El segundo futbolista en llegar fue el turco Emre Çolak, que aterrizaba en A Coruña procedente del Galatasaray, libre y con contrato hasta 2019. La calidad del mediapunta zurdo ha quedado más que patente en la primera mitad de la temporada 2016/2017.

El siguiente en llegar sería un viejo conocido de la parroquia blanquiazul, Bruno Gama. El extremo portugués regresaba a la que había sido su casa tres años atrás. Llegó libre, firmó por dos años y con la esperanza de volver a recuperar el nivel que había demostrado corriendo la banda en el conjunto gallego. Tras Gama, aterrizó en Riazor Borja Valle, proveniente del Oviedo y firmando por tres temporadas con los gallegos. Hasta el momento ha pasado casi desapercibido en Coruña.

Tytoń y Gama en la presentación de fichajes del Deportivo en Riazor. Foto: Bruno Pardo (VAVEL).
Tytoń y Gama en la presentación de fichajes del Deportivo en Riazor. Foto: Bruno Pardo (VAVEL).

La salida de Fabricio, rumbo al Besiktas, hizo que los mandatarios del conjunto coruñés, tuviesen que buscar refuerzos para defender la portería y que compitiesen con Germán Lux. El primero de ellos fue Przemyslaw Tytoń. El jugador polaco llegó al equipo gallego para disputar los tres próximos años proveniente del Stuttgart. Después de él, también llegó otro guardameta, Rubén Martínez. El futbolista gallego regresaba a su tierra para las dos próximas temporadas.

Los refuerzos también llegaron para la defensa, una línea que se mantuvo prácticamente íntegra con Luisinho, Fernando Navarro, Sidnei, Arribas y Laure. A los que se sumó la llegada de Raúl Albentosa procedente del Derby County, por el que el conjunto coruñés desembolsó en torno a 1,2 millones de euros por él. Además, la entidad presidida por Tino Fernández, pudo lograr una nueva cesión de Juanfran Moreno, que está siendo uno de los jugadores más destacados en lo que va de temporada.

Guilherme dos Santos, fue otra de las incorporaciones que llevó a cabo el conjunto blanquiazul. Llegó para reforzar la medular procedente del Udinese. Aterrizó en calidad de cedido pero con una opción de compra. Otro de los jugadores que llegó cedido al Deportivo de La Coruña, fue Carles Gil, procedente del Aston Villa. Cedido y procedente de otro equipo inglés, el Manchester City, llegó también Marlos Moreno.

Sin embargo, la incorporación más importante se produjo con la llegada de Florin Andone, por el que el equipo gallego desembolsó cuatro millones de euros y le hizo un contrato al rumano por cinco años. El atacante había despuntado en Segunda División con el Córdoba y llegó al Dépor para que, ante una posible salida de Lucas Pérez, se mitigase la pérdida del pichichi blanquiazul de la temporada pasada.

Florin Andone en la presentación de fichajes del Deportivo en Riazor. Foto: Bruno Pardo (VAVEL).
Florin Andone en la presentación de fichajes del Deportivo en Riazor. Foto: Bruno Pardo (VAVEL).

A última hora aún llegaron dos refuerzos más: Joselu Mato y Ryan Babel. El primero recaló en Coruña cedido y para competir por un puesto con Andone. Sin embargo sufrió una lesión de larga duración el día de su debut y los dirigentes blanquiazules le buscaron un sustituto. Así fue como llegó Ryan Babel, para ocupar el lugar del lesionado Joselu firmando un contrato hasta finales de año.

Salida de Lucas Pérez

Si a alguien reforzó en todos los aspectos la temporada 15/16 en el Deportivo de la Coruña, fue a Lucas Pérez. El jugador de Monelos forzó la situación en el PAOK para llegar al Deportivo en propiedad. El club coruñés se hizo con el 70% del pase del gallego a cambio de una cantidad que rondaba el millón y medio de euros y desde que comenzase la temporada, Lucas demostró con fútbol y goles su importancia dentro del equipo.

Le sirvió la temporada a Lucas para superar la quincena de tantos y para batir el récord de jornadas seguidas anotando que ostentaba Bebeto, llegando a siete.

Tales números no pasaron desapercibidos para el planeta fútbol, que pronto pusieron los ojos en A Coruña para interesarse por la situación del '7'. Ya en diciembre llegaron ofertas al club, pero la imposibilidad de jugar en un club europeo y lo exótico de las ofertas que llegaban de destinos como China, evitaron que Lucas abandonase el equipo en el mercado invernal.

Lucas saluda a la afición durante un partido en Riazor. Foto: RC Deportivo.
Lucas saluda a la afición durante un partido en Riazor. Foto: RC Deportivo.

No obstante a nadie en el Deportivo se le escapaba que sería un verano convulso para el delantero de Monelos y así fue. Rumores y ofertas desde Rusia, China, Inglaterra e incluso en algún club puntero en España como Sevilla o Villarreal llegaron a oídos de Lucas, hasta tal punto llego la situación que el propio Gaizka Garitano lo dejó fuera de la convocatoria para el Teresa Herrera por no ver al de Monelos lo suficientemente centrado para jugar.

Precisamente tras el Teresa Herrera parecía que las aguas volvían a su cauce y Lucas debutó con el equipo en liga frente al Eibar y volvió a ser clave anotando el gol de la victoria deportivista con un tanto de penalti que el mismo provocó.

Fue en la última semana de mercado en la que la situación cambió radicalmente. Primero llegó una gran oferta del Everton, pero Lucas no se decidía a aceptarla pese a la insistencia de los ingleses. Un día después llegaba la oferta que sería finalmente definitiva: la del Arsenal de Arsène Wenger.

Lucas sabía que no podía dejar escapar la posibilidad de jugar en un club de primer nivel europeo, en el que disputaría la máxima competición continental y conocería de primera mano una liga con el prestigio de la Premier League. Hubo poco que pensar, tanto por parte del jugador como por parte del club, que recibió del Arsenal el montante equivalente a la cláusula de rescisión de delantero. Una cifra cercana a los 20 millones de euros, de los cuales ocho se fueron a Grecia por la parte de los derechos que aún correspondían al PAOK.

Lucas Pérez saluda desde el banquillo durante un partido de Champions League. Foto: David Price (Getty Images).
Lucas Pérez saluda desde el banquillo durante un partido de Champions League. Foto: David Price (Getty Images).

Dinero fresco en las arcas de un club maltrecho en lo económico, que vio como Lucas multiplicaba por diez su valor de mercado el año anterior, una oportunidad de oro para el delantero de demostrar su valía en uno de los mejores equipos del mundo y un importante disgusto para una afición que veía como el hombre que se erigía en héroe para muchos hacía las maletas a pocos días del cierre del mercado, dejando pocas esperanzas de encontrar un futbolista que sustituyese con garantía al de Monelos. Finalmente el club se movió bien en las horas finales y tras el "plantón" de Álvaro Vázquez se hizo con los servicios del también gallego Joselu Mato en calidad de cedido, procedente del Stoke City.

Resurgir de Ryan Babel

Con la liga ya comenzada, el Deportivo oficializaba el fichaje de Ryan Babel hasta el 31 de diciembre. Las dudas sobre su rendimiento se instalaron pronto entre la afición, es cierto que el futbolista holandés había sido un jugador importante en el Liverpool de Benítez, pero desde su marcha de los “reds” en 2011 su carrera cayó en picado, pasando sin pena ni gloria por Hoffenheim, Ajax o Kasimpasa hasta llegar a tocar fondo en el Al Ain para ser titular en diez partidos en cuatro meses y acabar relegado al filial antes de rescindir su contrato con los árabes.

El fútbol le dio una segunda oportunidad al internacional holandés, a pesar de llegar con sobrepeso, mostró talento y calidad en cada acción durante los minutos que salía al campo. La situación del equipo, con Andone gafado de cara a puerta y Joselu lesionado, exigía al holandés tirar del carro con goles. En su segundo partido en Riazor, con Garitano muy discutido y con una afición deprimida que no sabía ganar sin Lucas Pérez, ya veía al Depor tropezando en casa ante el Sporting, pero aquel día resurgió el holandés que con un excelente disparo dio un respiro al equipo para volver a sumar tres puntos.

Ryan Babel durante un entrenamiento en Abegondo. Foto: RC Deportivo.
Ryan Babel durante un entrenamiento en Abegondo. Foto: RC Deportivo.

En los meses siguientes, el jugador se hizo con la titularidad y siendo partícipe en la mejoría del equipo, especialmente en el mes de diciembre. En el último mes del año llegaron los resultados y los goles, Ryan anotó en las victorias ante Real Sociedad, Osasuna y en la remontada copera ante el Betis, finalmente el jugador no renueva, pero deja cuatro goles y el cariño de una afición que ya le echa de menos.

La adaptación se nota en el juego

Con el cambio en el banquillo y las nuevas incorporaciones el Deportivo empezó la temporada consiguiendo la victoria en Riazor. La remontada frente al Eibar (2-1) con goles de Mosquera y Lucas Pérez significó empezar sumando. Primera jornada, primera victoria.

La ausencia de Lucas Pérez se notó en las jornadas sucesivas. El juego del equipo había pasado hasta entonces por las botas del jugador gallego. El choque contra el Betis (0-0) lo dejaba en evidencia y el Dépor tenía que reinventarse de cara a la portería rival.

La segunda victoria llegó ante el Sporting (jornada siete) hasta entonces se había conseguido un empate (Alavés) y tres derrotas (Athletic, Leganés y Atlético). Fue en este séptimo partido frente al conjunto gijonés en el que Ryan Babel firmó la victoria anotando el 2-1 final.

Ryan Babel celebra el gol de la victoria ante el Sporting. Foto: LaLiga.
Ryan Babel celebra el gol de la victoria ante el Sporting. Foto: LaLiga.

El balance hasta aquí era de dos victorias, y dos empates. Lo que hacía que el Dépor tuviese un total de ocho puntos de veinticuatro posibles. La situación no era buena, y los rivales con los que se tenían que jugar los puntos no eran los idóneos para darle la vuelta. Barcelona y Celta pasaron por encima de un equipo renqueante que no sabía cuál era el camino.

Ante el Valencia, un conjunto en una situación parecida a la del blanquiazul, se consiguió un empate aunque sin demostrar nada en el juego. Aun así había figuras que empezaban a aparecer como el ya nombrado Ryan Babel o Emre Çolak.

Errores arbitrales

La temporada para el Deportivo comenzó de forma confusa. El equipo jugaba bien, dejando buenas sensaciones. Pero los resultados no daban llegado. Tan solo una victoria en los primeros seis encuentros hacía saltar las alarmas en la ciudad gallega. La afición, los jugadores e, incluso, el presidente Tino Fernández, señalaban al culpable de los malos resultados del Dépor: el árbitro.

En las doce primeras jornadas el club herculino salió perjudicado por las decisiones arbitrales en nueve de ellas. En la jornada inaugural los de Garitano lograron la ansiada victoria, pero el árbitro cometió un error al no pitar un clamoroso penalti sobre Juanfran. Dos fechas más tarde, Andone veía como Estrada Fernández le anulaba un gol legal por fuera de juego frente al Athletic. Ese partido se saldó con victoria de los vascos por la mínima. Una semana después, al Alavés le perdonaban la roja. Alexis debería haberse marchado a la ducha antes del pitido final tras una dura entrada sobre Marlos Moreno merecedora de la segunda cartulina amarilla.

En la jornada cinco el Leganés visitaba Riazor. Los madrileños lograron darle la vuelta al marcador, llevándose de esta manera los tres puntos a Butarque. El resultado podría haber sido distinto de haber señalado penalti el árbitro cuando al central deportivista Albentosa le rompieron la elástica de un agarrón en el área rival. En la visita al Calderón, el Deportivo plantó cara como el grande que es. A punto de finalizar una primera mitad dominada por los gallegos, Fayçal Fajr se marchaba a la ducha antes de tiempo tras ver dos amarillas en dos acciones seguidas. Pocas veces se ve algo así.

El colegiado señala penalti y expulsión de Sidnei ante la incredulidad de éste. Foto: LaLiga.
El colegiado señala penalti y expulsión de Sidnei ante la incredulidad de éste. Foto: LaLiga.

Durante el turno de la visita a la ciudad condal, cierto es que el Barcelona controló el partido en su totalidad, pero eso no puede omitir la dudosa actuación arbitral. No se pitó la agresión del polémico delantero Luis Suárez y sí una mucho menos clara de Laure. Además, el segundo gol de los culés llegó en fuera de juego. En el derbi gallego, el Celta se llevó un partido marcado por el penalti de Sidnei. El encuentro estaba igualado cuando el árbitro señaló un penalti dudoso a favor del Celta que desencadenó la goleada celtiña. Dos jornadas después, en el diluvio de Granada el Dépor sufrió uno de los peores arbitrajes de la temporada. Tras ponerse por delante en el marcador, el club dirigido por Gaizka Garitano no podía creerse como el colegiado anulaba un gol totalmente legal de Ryan Babel por fuera de juego. El encuentro finalizó 1-1.

Era el partido contra el Sevilla y los de Nervión venían en un gran estado de forma a Riazor. Los gallegos plantaron cara y se pusieron 2-0 en la primera mitad. Justo antes de finalizar el primer tiempo el Sevilla recortaba distancias. En el segundo tiempo Mateu Lahoz se comió un penalti de Mercado sobre Andone que el propio Mercado reconoció haber cometido. Es conocido por todo el mundo el resultado final del partido.

Cambio en la portería

La portería herculina ha sufrido múltiples cambios a lo largo de este año 2016. Ha sido, sin duda una época con más inquilinos de los habituales y sin un claro guardameta titular bajo los palos.

Empezó el año el capitán Germán Lux. Aún así en el mismo mes de enero se decide reforzar esta posición ante la baja indefinida de Fabricio. Lux, acompañado de Manu y el veterano Pletikosa, serían los encargados de evitar los goles rivales. Pese a que parecía imposible tener más mala suerte en esta posición, el arquero argentino caía lesionado en el derbi en Balaídos y Manu Fernández ocupaba su lugar. Manu fue muy criticado en sus actuaciones, con varios fallos bastante graves que le costaron puntos a su equipo. Pero logró resarcirse en El Madrigal, donde fue uno de los artífices de la tan ansiada y esperada salvación. Stipe Pletikosa, que ya había debutado en San Mamés luciendo la elástica herculina, se retiró como jugador profesional en Riazor ante el Real Madrid y cuajando un gran encuentro. Despedida con ovación que no dudó en devolver a la afición herculina.

Tras el verano hubo movimiento. Fabricio, Manu y Pletikosa dejaron su sitio a Tyton y Rubén, que lucharían codo con codo con 'Poroto' por defender la portería coruñesa desde la titularidad. Lux fue, en primera instancia, el elegido. Realizó buenas y mejorables actuaciones a partes iguales hasta que Garitano decidió realizar cambios bruscos en su alineación tras los malos resultados. El espigado guardameta polaco, Tyton, se convertía en el primer portero del equipo, puesto que no ha soltado hasta final de año. Por su parte, el gallego Rubén Martínez ha tenido que conformarse con la Copa del Rey aunque completando buenos encuentros que lo consiguen situar en las quinielas para un posible cambio en la portería de Riazor.

El despertar de Andone

En el 2016 de lo que más se ha hablado futbolísticamente en A Coruña ha sido de delanteros. Este año el mejor delantero deportivista de los últimos años, Lucas Pérez, se ha ido al Arsenal a cambio de 20 millones de euros, y la mayor preocupación del club coruñés en el mercado de fichajes de verano ha sido traer a un delantero sustituto de Lucas que pudiese hacerlo olvidar. Los elegidos fueron Florin Andone y Joselu.

Con el paso del tiempo, Andone se ha convertido en el verdadero sustituto de Lucas tras la lesión de Joselu. El rumano venía de Segunda División, donde anotó nada más y nada menos que 21 goles con el Córdoba. Con ese cartel, el delantero llegaba a Coruña dispuesto a ser la referencia ofensiva del Deportivo.

Los inicios nunca fueron fáciles

Tanto para el Deportivo como para Florin Andone el inicio de esta temporada no ha sido nada fácil. Al rumano le costó mucho adaptarse al equipo, y en los primeros partidos se le veía sin confianza: los regates no le salían, y los goles no llegaban. Sin embargo, el delantero sabía que la llegada del gol era cuestión de tiempo y aseguraba que él no se obsesionaba.

Su falta de gol fue un problema más para el Dépor en este principio de Liga, junto a otros como el mal juego o el bajo rendimiento de futbolistas como Pedro Mosquera o Bruno Gama, de los que se esperaba mucho más.

Tan mala era la situación del conjunto deportivista que incluso estaba muy cuestionado el entrenador vasco Gaizka Garitano, que no era capaz de hacer reaccionar a un equipo que cada vez estaba más cerca de los puestos de descenso.

El gol llegó y el Dépor espabiló

El 5 de noviembre, en el partido vital ante el Granada en el Estadio de los Cármenes, Andone consiguió el ansiado gol. A partir de ese tanto, el rumano recuperó la confianza y se fue convirtiendo, con el paso de las jornadas, en la referencia ofensiva del Deportivo y en el jugador por el que el conjunto coruñés había pagado una cantidad cercana a los cuatro millones de euros.

Florin Andone celebra un gol ante el Granada. Foto: LaLiga
Florin Andone celebra un gol ante el Granada. Foto: LaLiga.

Andone y el Deportivo han cambiado su situación en estas últimas jornadas. El Dépor ha reaccionado a su mala racha y está consiguiendo victorias en las últimas jornadas, que le hacen estar algo alejado de los puestos de descenso, aunque aún en una situación peligrosa.

Por su parte, Andone lleva ya un total de seis goles y es uno de los delanteros que está en mejor forma de La Liga.

Lesión y recuperación de Joselu

No empezó con buen pie Jose Luis Sanmartín Mato (1990, Stuttgart). Llegaba al equipo en el último segundo del mercado de traspasos, sin tiempo de preparar la temporada con sus compañeros, y con la difícil papeleta de hacer olvidar a un hombre que en apenas dos años se había convertido en un auténtico emblema del conjunto coruñés como es Lucas Pérez, del que heredó el número 7 que luce en su camiseta. Si con esto no fuese suficiente, en su debut como blanquiazul frente al Athletic de Bilbao, recibió una durísima entrada de Raúl García que le provocó un esguince de grado tres en su rodilla derecha cuando apenas habían transcurrido 20 minutos de encuentro. La lesión más grave hasta el momento en su carrera, que lo dejó fuera de los planes de su entrenador, Gaizka Garitano, durante lo que en principio serían entre seis y ocho semanas.

Joselu se encuentra lesionado y tendido sobre el césped de Riazor. Foto: LaLiga
Joselu lesionado y tendido sobre el césped de Riazor. Foto: LaLiga.

Pero no acaba aquí la serie de desafortunados acontecimientos que han perseguido al gallego desde su aterrizaje en A Coruña. Y es que cuando a toda la parroquia blanquiazul se le estaban poniendo ya los dientes largos con el posible regreso del artillero para el partido en casa contra el Sevilla, Joselu sufrió una pequeña recaída de su lesión que prorrogó su retorno a los terrenos de juego unas semanas más.

Finalmente vio la luz al final del túnel en el partido de Copa del Rey frente al Real Betis. Disfrutó de minutos tras once semanas fuera del equipo y volvió a dejar buenas sensaciones como ya dejase en aquel lejano encuentro contra el Athletic en Riazor en el que se marchó lesionado, llegando a tener incluso alguna ocasión para cambiar el marcador del encuentro.

Disfrutó también de minutos en el éxtasis blanquiazul en aquel encuentro en Riazor en el que el Deportivo arrolló a la Real Sociedad con un marcador final de 5-1. En ese partido pasó más desapercibido el delantero blanquiazul.

En estas circunstancias llegó el encuentro en el Bernabéu. Un escenario especial para Joselu, exfutbolista de "La Fábrica" blanca y en el que no dejó indiferente a nadie.

Entró en el campo sustituyendo a Emre Çolak y de sus botas salieron los dos goles que, momentáneamente le dieron la vuelta al marcador en favor del Deportivo de la Coruña. Dos goles en los que el delantero dejó su firma, mandando el balón a la escuadra en el primero y dejando un brillante desmarque en el segundo. Joselu ya sabe lo que es marcar con el Deportivo, y por partida doble.

Joselu celebra uno de sus dos goles ante el Real Madrid. Foto: LaLiga.
Joselu celebra uno de sus dos goles ante el Real Madrid. Foto: LaLiga.

Pero aún pueden sacarse más lecturas positivas del encuentro del Bernabéu en lo que a Joselu se refiere. Y es que demostró una gran química con el otro delantero del equipo: el rumano Florín Andone.

El Dépor empieza a carburar

Tras un inicio de liga irregular y en el que los goles brillaban por su ausencia, el Dépor de Gaizka Garitano dio un vuelco en juego y resultados. Ya avisó ante el Sevilla y el Málaga, dos partidos en los que los blanquiazules perdieron por la mínima después con goles en el último minuto después de haberse adelantado en el marcador.

Lejos de rendirse, el Dépor siguió su buena línea de juego ante una Real Sociedad imponente que fue un juguete en manos de los coruñeses en Riazor. Los locales ganaron por cinco a uno en su mejor encuentro del 2016, consiguiendo su tercera victoria en lo que iba de Liga. A punto estuvieron de sorprender al Real Madrid en el Bernabéu, pero el descuento lo volvió a impedir. La mejoría era evidente pero quedaba confirmarla. De eso se encargaron Osasuna y Betis, a los que los de Garitano vencieron por dos a cero y tres a uno respectivamente, aupándose hasta la décimoquinta posición en Liga y accediendo a la siguiente ronda de Copa del Rey. Esto vino ayudado con el gran momento varios futbolistas como Emre, Andone o Babel.

Tras un año de altibajos y polémicas, el Deportivo finaliza el año con un mes de diciembre ideal, listo para encarrilar la cuesta de enero que les espera.

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Dépor VAVEL
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