Cuando el 4 de junio el Girona ascendió a Primera División y la gente pensaba en lo que se encontraría su equipo en la máxima categoría; cuando el día siguiente Pere Pons decía "los reventaremos", refiriéndose al FC Barcelona y al Real Madrid; cuando Àlex Granell cantaba "Cuidado Leo Messi, Girona ya está aquí"... Pues sí. El Girona ya está aquí y el FC Barcelona también. De hecho, la espera no ha sido muy larga porque los pupilos de Ernesto Valverde han registrado su visita a Montilivi en la sexta fecha de Liga. Antes, ya lo habían hecho Atlético de Madrid, Málaga y Sevilla, con suerte dispar para los de Pablo Machín, y pronto llegarían Villarreal y Real Madrid. Casi nada.

Decía el técnico del conjunto gerundense que su equipo saldría a competir, como en todos los escenarios. Para ello, el soriano, poco amante de las rotaciones exageradas, preparó hasta siete cambios con respecto al once que empató a cero en Leganés. Bernardo, Ramalho, Aday, Douglas Luiz, Aleix García, Portu y Olunga entraron de inicio en detrimento de Muniesa, Alcalá, Borja García, Mojica, Granell, Kayode y Stuani. Una auténtica revolución. Una variación menos, seis, hizo Valverde para el choque, ya que Semedo, Piqué, Digne, Busquets, Deulofeu y Denis Suárez dejaron su lugar a Sergi Roberto, Umtiti, Jordi Alba, Rakitic, Aleix Vidal y Luis Suárez.

La fortuna se alía con el Barça

La puesta a punto del Girona fue impecable. Aunque en el tercer minuto de juego Aleix Vidal, que actuaba como extremo derecho, ya había avisado, los de Machín estaban bien plantados en el centro del campo. El de Gómara colocó a Maffeo como líbero, para seguir muy de cerca a Messi, mientras que en el lateral derecho se había colocado Ramalho, sin olvidar sus obligaciones de central. Aleix García, con un remate que acabó en córner, y sobre todo Douglas Luiz, que obligó a Ter Stegen a estirarse en un disparo lejano, pusieron Montilivi en pie. Los aficionados veían que su equipo competía de tú a tú frente al transatlántico barcelonés.

Sin embargo, el conjunto azulgrana empezó a apretar el área de Iraizoz y Luis Suárez avisó con una jugada individual que no encontró rematador (15'). La suerte caería de lado visitante, ya que un remate de Jordi Alba al área lo tocó Aday Benítez, con tanta mala suerte que se coló en la portería de gol sur (0-1, min. 17). El Barcelona empezó a ganar confianza y monopolizó el dominio del balón, como de costumbre. Sufrió ahí el Girona, que intentaba parar la supremacía de los de Valverde con reiteradas faltas. 

La posesión se tradujo en varias ocasiones que podrían haber significado el segundo de la tarde-noche. Messi tuvo la más clara en un mano a mano ante Gorka, que el ex del Athletic tapó maravillosamente (33'). Rakitic probó fortuna desde la larga distancia (36'), mientras que un minuto más tarde Paulinho sorprendió con un cabezazo que se marchó desviado. Replicó el Girona con Olunga, pero su remate de cabeza se fue arriba de la portería defendida por Ter Stegen. El marcador, no obstante, no se movió y el 0-1 seguía luciendo en el electrónico.

Sentencia muy temprana

Empezó golpeando fuerte el Barça en la segunda mitad. No solo con la habitual posesión, sino con un mano a mano de Messi ante Gorka que éste último ganó. Sería un preludio del auto-gol del meta vasco. Taconazo atrás de Aleix Vidal que toca Luis Suárez y el cancerbero introdujo el balón en su propia portería (0-2, min. 47). Dos goles azulgranas, dos auto-goles del Girona. Intentó responder el conjunto local con sendos cabezazos de Douglas -tocó la parte superior de la red- y Olunga, que obligó la estirada de Ter Stegen. Sin embargo, la diferencia era demasiada, teniendo en cuenta además quién estaba delante.

Machín movió ficha e introdujo a Kayode por Olunga, por lo que no varió el dibujo. De hecho, el conjunto gerundense empezó a tener más presencia en campo contrario con el balón en los pies, sin que ello se tradujera en peligro concreto. Quien sí dio el toque de gracia, por si había algún mínimo atisbo de remontada local, fue el Barcelona. Pase al espacio de Sergi Roberto a Luis Suárez, que ante Gorka no falló (0-3, min. 69). Fue el golpe definitivo para un Girona que aun así no defalleció hasta el pitido final, aunque la diferencia era abismal. Mojica dio algo de salsa a un partido que vio el debut de otro colombiano, Marlos Moreno, como jugador rojiblanco. 

También hubo tiempo para que jugaran Denis Suárez y André Gomes los últimos diez minutos. El cuadro dirigido por Machín lo intentó en los instantes finales con varias llegadas al área, pero el marcador ya no se movió. Duro correctivo para el Girona antes de visitar Balaídos el próximo viernes. El resultado entra dentro de la lógica. Su liga es otra muy distinta, pero la ilusión ya no se la quita nadie.