El Nàstic recibía al líder de la categoría tras cuatro jornadas consecutivas sin perder con también cuatro puntos de desventaja respecto al Leganés, pero tan solo a dos puntos del ascenso directo. El Leganés, por su parte, quería continuar ampliando la distancia respecto a sus perseguidores y dar un golpe sobre la mesa para ser más líder todavía.   

El Nàstic arrancó mejor

Como es habitual en este tipo de partidos tan trascendentales, ambos equipos iniciaron su duelo con unos primeros minutos de tanteo. Sin embargo, dentro de este tenso respeto entre ambos, el Nàstic arrancó con más fuerza y ganas con Emaná como protagonista. El camerunés fabricó la primera jugada clara para los tarraconenses. Tras una internada por banda izquierda, el delantero puso un balón raso al punto de penalti que Aburdjania remató, pero fue rechazado por la defensa madrileña. El primer aviso importante.

Cuando el Leganés parecía asentarse en el campo y sacudirse la presión a la que le estaba sometiendo el Nàstic, una internada de Gerard Valentín por banda derecha en el minuto 12 terminó con una clara falta sobre este. El colegiado no dudó y señaló penalti para los grana.

Emaná erró el penalti

El camerunés fue el responsable de ejecutar la pena máxima. Emaná se acercó al balón con decisión pero no controló sus ganas de anotar el primer tanto y disparó muy por encima de la portería defendida por Serantes. El Nàstic perdonaba al líder.

Emaná tiró el penalti muy por encima de la porteria de Serantes | Foto: Jordi Echevarría | VAVEL
Emaná lanzó el penalti muy por encima de la porteria de Serantes | Foto: Jordi Echevarria | VAVEL

La solidez defensiva del Nástic fue clave

Tras el error y lejos de lamentarse por la ocasión perdida, los de Tarragona siguieron dominando sobre el césped. Aunque el Leganés propuso un juego de posesión y gran velocidad en el toque, no mostraba sensación de peligro hacia la portería defendida por Reina.

Fruto de la tensión en el césped y del alto ritmo con el que había iniciado el partido, se empezaron a suceder duras entradas sobre el terreno de juego. Pese a ello, el árbitro no quiso complicarse la vida y mostrar muchas tarjetas. Sin embargo, Naranjo fue el primer amonestado del partido tras una clara falta sobre Timor en el 26’.

Gabriel disparó a la madera

La primera ocasión clara para el Leganés acabó en el palo. Corría el minuto 30 y el capitán del  conjunto madrileño Cesar, sacó un buen centro al segundo palo. Omar Ramos le puso en bandeja el gol a Gabriel con un pase de cabeza y el delantero, con Reina ya vencido, saco un fuerte disparo en el área pequeña que repelió el larguero. Una gran oportunidad para el Leganés fue desaprovechada.

El Nàstic respondió a este contundente golpe con una gran ocasión de Naranjo que supuso la expulsión de Insua.

Insua se fue expulsado por agarrar a Naranjo

En el 33’ Naranjo recuperó un balón en fase de salida de balón del Leganés y se plantó frente a Serantes. Durante la carrera, Insua molestó al delantero a base de agarrones. El colegiado señaló la ley de la ventaja y cuando Naranjo disparó y Serantes atrapó, el árbitro expulsó a Insua. Al Nàstic se le ponía todo de cara.

En el lanzamiento de la falta señalada desde la frontal del área, Tejera sacó un buen disparo aunque centrado, que obligó a Serantes a desviar a córner

Asier Garitano recompuso a su equipo con la entrada de otro central para dar equilibro defensivo. Albizua entró por Szymanowski en el 34’. Tras su entrada, Omar Ramos ocupó el hueco de Szymanowski y pasó de jugar en la banda derecha del ataque madrileño para hacerlo por la izquierda. En ese momento se convirtió en el mejor de su equipo. 

El Leganés jugó mejor con 10 hasta el descanso

Tras sufrir la expulsión de Insua, el Leganés dio un paso adelante y no se arrugo frente las desventajas sufridas. Precisamente destacó Omar Ramos, que en esta posición pegado a la izquierda, puso un par de buenos centros que consiguieron enmudecer a los 11.198 espectadores que acogió un Nou Estadi abarrotado.

Pero cuando el Leganés parecía dominar sobre el verde, fue Naranjo quien tuvo la mejor ocasión antes de llegar al descanso. En el minuto 44 y tras un nuevo centro de Giner, que estuvo muy incisivo durante todo el partido, el balón quedo muerto en el área y Naranjo apareció para sacar un gran disparo. El balón se topó con el larguero y el Nàstic perdonó otra clara ocasión justo antes de que Figueroa Vázquez señalase el camino de vestuarios.

Figueroa Vázquez expulsó a Insua con roja directa | Foto: Jordi Echevarría | VAVEL
Figueroa Vázquez expulsó a Insua con roja directa | Foto: Jordi Echevarria | VAVEL

El partido se rompió tras la reanudación

Tras el descanso, el conjunto de Vicente Moreno salió como en el inicio del partido, con decisión a por la victoria. Lejos de dominar la posesión, los grana disputaron un partido de idas y venidas en el que la tensión reinaba en el ambiente. El árbitro tuvo que frenar ese ímpetu de ambos equipos en la pelea de cada balón con un par de tarjetas amarillas mostradas a jugadores del Leganés. Los dos delanteros del equipo madrileño, Gabriel en el 46' y Guillermo en el 53', vieron la amarilla en sendos saltos de cabeza en los que dieron con el brazo al rostro de un imperial Xavi Molina.

El Nàstic continúo con el acecho

Dentro de este pequeño caos que vivía el ritmo del partido, Emaná surgió de nuevo como rey del desorden. Dio la pausa necesaria para abrir sobre la subida de Gerard Valentín y que este disparase aunque sin peligro sobre la portería de Serantes en el 55’. Un minuto después, el camerunés sacó un centro raso muy peligroso que se paseó entre la defensa y la portería madrileñas pero que ningún jugador del Nàstic pudo rematar.

Vicente Moreno también vio que el Nàstic tenía el partido en su mano y dio entrada a Marcos de la Espada en el 56’. El delantero volvió a enfundarse la camiseta grana tras una serie de partidos sin hacerlo y disputó unos buenos minutos aportando al equipo grana poderío aéreo en el área del Leganés.

Omar Ramos creció en este tramo del partido y volvió a ser el mejor para su equipo. En el 58’ puso un centro-chut desde el pico del área que obligó a Reina a realizar una gran estirada y enviar el balón a córner. Mientras, el árbitro mostró otra tarjeta amarilla al equipo visitante cuando Bustinza cometió una clara falta sobre Lobato en el 60’.

Sucesión de cambios y de nuevo el Nàstic tuvo las más claras

Con la disputa de este tenso encuentro, era obvio que las fuerzas no iban a durar eternamente en las piernas de los 22 jugadores. Así, ambos entrenadores realizaron una serie de cambios para dar descanso a los futbolistas más tocados. Palanca entró por Aburjania y Galarreta lo hizo por Guillermo en el minuto 68.

Precisamente uno de estos cambios fue el protagonista de las ocasiones más claras. De la Espada en el 72’ estuvo a punto de rematar un centro enviado desde la izquierda por Naranjo antes de que la defensa madrileña desviase a córner.

En este córner tuvo el Nàstic su ocasión más clara en la segunda mitad. De la Espada en peinó en primera instancia un buen balón servido desde la esquina y dejó a Naranjo solo en el segundo palo para un remate limpio. El joven delantero grana remató cruzado de cabeza pero Serantes realizó una gran parada y evito que el Nàstic abriese la lata.

Naranjo fue de los más activos en el ataque grana | Foto: Jordi Echevarria | VAVEL
Naranjo fue de los más activos en el ataque grana | Foto: Jordi Echevarria | VAVEL

Los de Tarragona lo intentaron hasta el final

Con superioridad numérica y con un acoso constante a la portería del Leganés, el Nàstic fue a por el partido. Pese a no tener ocasiones claras, el dominio grana era constante y fue de nuevo Naranjo en el 88’ quien lo intentó desde muy lejos. Antes, el árbitro había mostrado tarjeta a Tejera en el 79 y al visitante Timor en el 86. Además, Juan Muñiz entró en el minuto 85 por un cansado Emaná para intentar tener alguna ocasión clara antes del pitido final.

Sin embargo, el asturiano no fue el protagonista de la última oportunidad del Nàstic para anotar en el partido. Tras un balón largo y la posterior dejada con la cabeza de De la Espada, fue Palanca quien tuvo en sus botas conseguir la victoria para los grana. Su disparo desde dentro del área fue sin fuerza y muy centrado, por lo que el meta visitante no tuvo problemas en detener el balón. Era el minuto 90 y al Nàstic se le escapaba el partido cuando lo tenía todo a favor.

La última del Leganés la tuvo Galarreta en el lanzamiento de una falta desde la frontal que no causó problemas a Reina. Finalmente, en los últimos instantes del partido y para gastar el último cartucho que le quedaba al Leganés, Asier Garitano dio entrada en el 93’ a Alberto Martín por Sastre. El partido murió con este cambio y el colegiado marcó con su silbido el punto y final de un apasionante encuentro pese a la falta de goles. 

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Sobre el autor
Paco Cancela
Periodismo en la URV.