Otrora, la ausencia de Xabi Alonso hubiera levantado dolor de cabeza al Real Madrid, como así ocurrió hace dos temporadas. En la noche de hoy, Luka Modric tomó los mandos que se intuía que podía coger cuando se le fichó de White Hart Lane pero no movió el equipo como era de esperar. En las labores de contención y creación, Essien se erigía como protagonista contra todo pronóstico. Tras los partidos que se le ha visto de lateral izquierdo, verle manejar el medio del campo del equipo, robando y realizando transiciones defensa-ataque no hizo más que confirmar lo que hace algunos años fue en el Chelsea. Eso sí, apenas son pequeños retazos del mediocentro total que fue.

En la antesala de la Champions y con la resaca copera, el Madrid debía concentrarse en el reto de no permitir al Barcelona ampliar la renta que disponen en Liga. Con esa concentración debieron salir al césped, pero titubearon de inicio a fin. De este modo, el Zaragoza de Jiménez, que también venció en Copa y llegaba tras ganar al Sevilla (2-1), no se sintió arrinconado.

Los maños fueron un equipo sin complejos y que tuvo ocasiones para adelantarse en el marcador. Lo avisaba en la previa Jiménez, su equipo no se iba a colgar del larguero, y así salió al Bernabéu. Admitiendo las diferencias entre ambos equipos, pero con un planteamiento táctico que puso en apuros a Casillas y que desquició a una grada que exigía más.

Tuvo que ser Ozil el que retrasara su posición unos metros para darle algo más de mordiente al equipo. Viendo el letargo que parecía estar pasando Modric, el alemán se aburrió de revolotear sobre el campo y decidió entrar más en juego. De sus botas salió un cambio de juego que agradeció Di María y que estuvo a punto de convertir Cristiano en gol. Su remate de cabeza se fue junto al palo. En unos minutos de idas y venidas, Casillas intervino con minutos antes del primer gol madridista y es que, cuando el equipo no reaccionaba, Iker salvó el primero.

La eficacia del Real Madrid apareció en ese intercambio de golpes y fue Gonzalo Higuaín el que adelantó a su equipo mediada la primera parte. Tras un saque de esquina rematado por Albiol y que rechazó Roberto en una intervención de mérito, Higuaín disparó a las redes. El argentino, volvía a encaminar una victoria de su equipo. La desdicha de Roberto no se quedó aquí y es que, dos minutos después, volvía a realizar una gran parada pero con resultado netamente negativo. Si en la primera ocasión fue Higuaín, en la segunda fue el otro argentino del equipo el que hacía el segundo. Tras una arrancada desde atrás de Ronaldo, el balón llegó a Di María que por empeño acabó por marcar gol.

En un visto y no visto el Real Madrid había colocado el 2-0 en el marcador y se le ponía el partido como quería, sin embargo no terminó de encontrarse cómodo sobre el campo. El Zaragoza siguió siendo un equipo incómodo que acabó por sacar del partido al Real Madrid haciéndose dueño de los minutos previos al descanso. Los blancos no encontraban su juego sin Xabi Alonso, y en Modric no encontraron la brújula que les hiciese disfrutar del fútbol. El croata se mostró voluntarioso pero sin un ápice de tino en sus acciones. El Real Madrid atoró al Zaragoza por su acierto, pero se fue al descanso recriminado por su exigente público que sabe que puede dar mucho más de lo que ofreció.

El intermedio no fue el bálsamo que calmó al Madrid y que le dio la receta para divertir a su público. El equipo se mostró espeso y vivió a merced de un resultado que se ganó sin hacer ningún exceso. Los maños tuvieron el control del segundo tiempo e hicieron intervenir a Iker Casillas. Cuando el de Móstoles no estaba para salvar el gol, el larguero repelía la acción y esto acabó desesperando al Zaragoza.

El Rea Madrid no reaccionaba ni con la pimienta que suele suponer la entrada de Benzema y Callejón, y fue consumiendo los minutos dando por hecho que han tenido tardes mejores. A pesar de ello, el partido no hace más que confirmar la importancia que tiene Xabi Alonso para los blancos y que a pesar de Modric, el quipo sigue necesitando su aportación. Con el partido a punto de llegar a su fin, Benzema se sacó una asistencia de la chistera y Essien firmó su primer tanto con la camiseta del Real Madrid tras definir ante Roberto. El Madrid volvió a hacer lo mismo que en la primera parte y dos minutos después, Luka Modric cerraba el encuentro con el cuarto.

Resultado inmerecido para el Zaragoza que se marcha con cuatro goles en contra y cero a favor tras haber realizado un meritorio encuentro. La efectividad madridista decantó la balanza que le bastó dos minutos para poner el 2-0 y otros dos para finiquitar el 4-0.