El Real Madrid recibirá al Galatasaray con la esperanza de minimizar el rendimiento de dos de los jugadores más desequilibrantes de su plantilla: Burak Yilmaz y Didier Drogba. El primero, explota ésta temporada en la máxima competición continental de clubes, sin embargo, el segundo tiene un currículum cargado de éxitos que está dispuesto a seguir engrosando. El camino lo marcó hace algo más de una década un delantero brasileño, eclipsado en la Canarinha por un contubernio de astros en la zona ofensiva que limitaron su camino en la selección carioca. Jardel fue verdugo de los blancos en la Supercopa de Europa y contemporáneo con otro brasileño que hizo de sus apariciones, un tormento, Elber. En el 2013, Mario Jardel busca un heredero.

Mario Jardel, héroe en Ali Sami Yen

Mario Jardel basó el inicio de su carrera en la máxima del gol como único camino al éxito. Por su cabeza sólo pasaba recoger cualquier esférico que rondaba sus inmediaciones y hacer el gol. Así completó temporadas de ensueño y logró hacerse con dos Botas de Oro, convirtiéndose en leyenda en Oporto, Sporting y en el Galatasaray. Sus goles en la final de la Supercopa de Europa, ante el Real Madrid, catapultaron su popularidad en Turquía y otorgaron al equipo otomano el entorchado en aquella noche de agosto. Jardel marcó 6 goles en 6 partidos al Real Madrid, entre ellos el que llegó tras un error garrafal de Bizarri o los dos que otorgaron la citada Supercopa en Mónaco.

El delantero oriundo de la cálida Fortaleza, en el nordeste brasileño, empezó a explotar su talento de forma tardía. Su rendimiento estratosférico (67 goles en 73 partidos) en el Gremio le permitió fichar por el Oporto donde rompió todos los registros. Su endiablado sentido de la oportunidad la granjeó una fama que se ganó a pulso. Era un delantero sin escrúpulos y así consiguió firmar unos números extraordinarios. Sus 130 goles en 125 encuentros, en cuatro temporadas, le catapultaron al estrellato y no le faltaron las ofertas.

El Galatasaray venía de alzarse con la UEFA tras una agónica final frente al Arsenal. El conjunto turco contaba en sus filas con jugadores como Taffarel, Popescu, Hagi, Sükür o Sas; pero buscaron en Jardel un componente extra a esta generación turca aderezada por la calidad de clásicos rumanos. El delantero fichó, previo desembolso de 16 millones de euros (actuales), por el conjunto de Estambul y pasó una temporada marcada por los rumores que apuntaban a su prematura salida. Los problemas económicos llegaron a enturbiar su temporada, y a pesar de ello logró unos números destacados que no evitaron su salida con billete de vuelta de regreso a Portugal.

Jardel fue Bota de Oro en dos ocasiones

El Sporting fichó, por un tercio de lo pagado por los turcos un año antes, a la gran estrella del Oporto y sus números evidenciaron la gran incorporación. Con la salida del club lisboeta, Jardel encalló y sus problemas de diversa índole acabaron por comerse al temible delantero capaz de atemorizar al Real Madrid. Vestido de dragón (en Porto) o de león (en Estambul), Casillas vio al espigado delantero brasileño como una amenaza. Jardel aguarda un heredero de tan meritorio reconocimiento, Diego López estará atento a las andanzas de Yilmaz y de Drogba.

Drogba, un león indomable

El temible delantero costamarfileño apura sus partidos como profesional. Todo hacía indicar que sus partidos al máximo nivel habían llegado a su fin tras la final de la Champions del 2012 y su marcha a China. A pesar de ello, Didier Drogba se sintió atraído por los cantos de sirena del Galatasaray y su faraónico proyecto. De ésta guisa, Drogba recuperó sensaciones ante el Schalke 04 en octavos pero su rendimiento aún está lejos de ser el que llevó al Chelsea a alzarse con la competición la pasada campaña. Con 35 años, la duda está en saber si podrá recuperar sensaciones o su participación en el Galatasaray es mero complemento en un equipo cargado de ilusión.

Su participación en competiciones europeas ha sido destacada a lo largo de su carrera. En ella, el Olympique y el Chelsea disfrutaron de su poderío y de su juego para llegar a finales de UEFA y Champions. Su primera temporada en competiciones europeas, la 2003/2004, dejó buena muestra de sus capacidades al anotar 11 goles en total. El equipo marsellés disputó tanto Champions, como UEFA; ya que en la máxima competición continental quedó tercero en el grupo que lideró el Real Madrid.

El grupo F (Real Madrid, Oporto, Marsella y Partizán de Belgrado) supuso el lanzamiento internacional de una estrella en ciernes natural de un recóndito país africano entre Liberia y Ghana, de nombre Costa de Marfil. En los seis partidos que disputó, Didier Drogba dejó 5 tantos que sólo sirvieron al equipo para alcanzar la tercera posición que le eliminaba de la Champions, pero le permitía seguir su andadura europea en la UEFA. En el primer partido de la liguilla, disputado en el Santiago Bernabéu, Didier Drogba ponía la primera piedra de su exitosa carera y lo hacía marcando a Iker Casillas el gol que abría el partido. Sin embargo, aquel día, los blancos derrotaron al equipo francés por 4-2 (doblete de Ronaldo, Roberto Carlos y Figo; Van Buyten y Drogba para el Marsella).

Marcó, con el Marsella, en el Bernabéu

Apenas quince días después, Drogba acabó por completo con el Partizán de Belgrado, al que anotó los tres tantos del partido. Su actuación en el Velodrome en 25 minutos mágicos, sorprendió a Europa que miró con curiosidad al portento africano. Para completar una primera vuelta de ensueño, Drogba marcó también al Oporto para finalizar con 5 tantos en apenas 3 partidos. A pesar de ello, la segunda vuelta del equipo no fue buena y encadenó tres partidos sin ganar (dos derrotas ante Oporto y Madrid; y un empate ante Partizán) que desembocó en la eliminación. El potencial marsellés llevó al equipo a la final de la UEFA hasta que el Valencia, con un Mista estelar, les privó de la copa en la final. Previamente habían dejado en el camino al Dnipro, Liverpool, Inter y Newcastle; con 6 tantos de Drogba que le colocaron como máximo goleador de la competición.

Los 11 goles en competiciones internacionales, sumados a los 19 en Liga; enamoraron a Roman Abramovich que se decidió a multiplicar por diez lo pagado un año antes por el Olympique de Marsella (cerca de 30 millones de euros). En el Chelsea hizo carrera y se convirtió en un ídolo; un héroe que culminó su carrera en Inglaterra acercando el gran sueño del magnate ruso: la Champions. Su espectacular temporada en el Viejo Continente trajo la máxima recompensa y decidió escapar al retiro multimillonario de Shanghái. Su carácter competitivo y la falta de profesionalidad en el fondo y las formas que vivió en China; le hizo no pensarse dos veces el regresar a Europa para vivir noches como las del Alí Sami Yen y el Santiago Bernabéu.

Burak Yilmaz, a golpe de cañón

El actual máximo goleador de la Champions, igualado con Cristiano Ronaldo y Messi, ha explotado a marcar en ésta temporada. Al menos, en competición internacional. A lo largo de su carrera, Yilmaz no ha tenido la suerte de cara en cuanto a la Champions se refiere. Desde que debutara, allá por el 2007 defendiendo la camiseta del Besiktas, Burak no había marcado ningún tanto en 14 partidos.

Ésta campaña lleva una media de gol por partido en los 8 en los que ha disputado minutos. Además, su media goleadora en la Europa League tampoco era llamativa antes del inicio de la competición en 2012 ya que habiendo jugado en tres temporadas distintas (con Besiktas y Trabzonspor, por partida doble) únicamente anotó en dieceseisavos contra el PSV holandés que no sirvió para evitar la dura derrota por 4-1 en el partido de vuelta.

Su tardía puesta en escena a nivel europeo no contrasta con su poco prolífica carrera goleadora en su país natal, Turquía. El delantero emigró una vez tras otra sin encontrar la racha, ni su sitio. De este modo, desde su debut y antes de aterrizar ésta temporada en el Galatasaray, Yilmaz pasó por seis equipos turcos (Antalyaspor, Besiktas, Manisaspor, Fenerbahçe, Eskisehirspor y Trabzonspor).

Precisamente, en el equipo local de Trabzon encontró algo de estabilidad y con ello, los goles fueron llegando. Necesitó algo más de dos temporadas para demostrar que su nivel goleador no era casualidad ya que anotó 20 tantos en su primera temporada completa y 35 en la segunda (llegó a mitad de temporada en su primer año y marcó 3 goles en 14 partidos). El Galatasaray, carente de un goleador nacional a la altura de la institución, se decidió a desembolsar 5 millones de euros por el máximo goleador de la temporada pasada. Los goles de ésta no hacen más que avalar la gran operación del rival del Real Madrid.

Yilmaz y Drogba, peligros para el Madrid

El delantero turco y el costamarfileño llevan poco tiempo compartiendo delantera, de ahí que su compenetración no sea la máxima posible. Con los dos jugadores sobre el campo, tal y como se puede observar en los gráficos adjuntos, Didier Drogba toma el papel de mediapunta para que Yilmaz esté más cerca del área. En la eliminatoria contra el Schalke, Yilmaz y Drogba alternaron posiciones constantemente pero el turco estuvo de forma más constante fajándose con la defensa alemana.

Yilmaz, en ésta campaña europea, suma un total de 8 goles, todos ellos desde dentro del área. El delantero ha marcado de cabeza (cuatro), con la derecha (tres) y con la izquierda (uno); incluso firmando el primer hattrick perfecto de ésta Champions al meter un gol de cada especialidad. Sus tres goles al Cluj cargaron de moral al delantero que firmó una noche perfecta. En sus dos primeros tantos (el primero tras un gran remate de cabeza) llevaron el denominador común de H. Altintop, el exjugador del Real Madrid fue el asistente y mejor aliado de Burak.

En la última semana, ésta combinación de delanteros dio buena muestra de lo que puede lograr. Yilmaz ha sido el autor de cuatro goles en sus últimos tres partidos (dos con Turquía y el sábado con el Galatasaray) y Drogba demuestra que empieza a estar compenetrado con el potente goleador. En el último encuentro del Galatasaray (2-0, dos goles de Yilmaz), Drogba encontró al espacio al delantero y de ésta conexión brotó el primer tanto del encuentro. El delantero africano mientras no encuentra el gol, afina su puntería en el último pase (sus 4 asistencias en la competición liguera quiere traspasarlas a la Champions League) y suma una asistencia por cada dos partidos.

El conjunto turco, con estos dos delanteros de nivel juegan con el clásico 4-4-2, con Sneijder y Altintop en bandas. El Real Madrid tendrá que estar atento a los movimientos de estos dos futbolistas que pasan por ser, junto con los ya citados e Inan, los futbolistas más desequilibrantes del equipo turco. Jardel, después de muchos años y aún dando bandazos por el fútbol profesional, aguarda impaciente el duelo para conocer si algún delantero otomano se viste de verdugo, como otrora él lo hizo.