Al Fuenlabrada se le resiste la pegada del Real Unión

El CF Fuenlabrada recibía la visita del Real Unión de Irún, en puestos de Play Off, con la necesidad de volver a sumar tras la derrota en Zubieta para poder seguir luchando por poder acceder a la próxima Copa del Rey.

Los irundarras, por su parte, se desplazaban a un feudo complicado con la intención de llevarse tres puntos y poner distancia de por medio respecto a sus perseguidores, aprovechando los duelos directos entre algunos de ellos.

Noguera lleva el timón

El técnico del Fuenlabrada, Josip Visnjic, trató de desarbolar la defensa vasca con la presencia de Alberto Noguera y Jorge Ortiz entre líneas, para buscar las combinaciones con Matas o las llegadas de Tito por banda izquierda. Los norteños se mostraban sólidos y, a pesar de jugar muy lejos del área local, empujaban y luchaban cada balón como si fuera el último.

El centrocampista Noguera generó la primera ocasión destacable, con un robo en tres cuartos de campo y la asistencia a un Tito que no consiguió ver puerta en el mano a mano con Txusta. El trabajo y el esfuerzo dieron sus frutos al Real Unión, que en una combinación de rebotes y errores fuenlabreños, se adelantó con el tanto de Urbieta, que cazó un balón suelto en el área, en el segundo acercamiento al área de Isma Gil.

Sin embargo, una vez más apareció Noguera, esta vez cambiando los papeles con Tito. El extremo centró, tras una buena jugada con Matas, y el centrocampista igualó el marcador apenas dos minutos después, con un disparo cruzado a la base del palo.

Tras los dos goles, el guión volvía a ser el mismo y el Fuenlabrada trataba de instalarse en campo de un Real Unión que había demostrado necesitar muy poco para hacer gol. Pasada la media hora de juego, la defensa azulona bloqueó un disparo lejano de Mikel Alonso y Barrón volvió a adelantar a su equipo, aprovechando el rechazo y batiendo a Isma Gil con la zurda.

Ciclón fuenlabreño

Tras el descanso, Josip Visnjic arengó a los suyos para creer en la remontada y tratar de lograr una victoria frente a uno de los grandes rivales de la categoría. En apenas cinco minutos el Fuenlabrada tuvo dos ocasiones que no logró convertir en gol.

Los minutos pasaban y el resultado no variaba, a pesar de que el Real Unión se encontraba muy lejos del área local y los azulones se acercaban con peligro cada cierto tiempo. Matas luchaba cada balón con los centrales y Ortiz y Noguera lo intentaban a la espalda de unos Iriondo y Mikel Alonso que se multiplicaban para evitar situaciones de riesgo y trabar el juego.

A falta de diez minutos, Guillén centró desde la banda izquierda, Matas la dejó de cabeza para Carrasco y el central controló y remató como si fuera un nueve puro, igualando el marcador. Minutos antes, ya había cabeceado un balón al larguero.

Con el empate, la afición del Fernando Torres se volcó con su equipo en busca de una victoria que no llegó. La efectividad del Real Unión en un encuentro complicado fue demasiado para un Fuenlabrada que peleó y creyó, pero que no pudo con un rival duro.

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