Ahora Wanda Metropolitano, antes Vicente Calderón. El resultado es el mismo de casi siempre. Nunca se le ha dado bien al Sevilla ganar al Atlético en su feudo y menos desde que llegó el ex jugador sevillista al banquillo colchonero. Fue un partido que si hubiese acabado en empate a nadie le habría sorprendido, pero si cometes un error tan grosero como el que cometió el francés N´Zonzi mucho tienes que hacer para revertir la situación.

Un equipo de verdad

Si se pudiese poner un ejemplo de cómo trabajar en equipo se diría sin duda alguna que el Atlético de Madrid es el ejemplo perfecto. Desde que Simeone se sentó en el banquillo a mitad de la temporada 2011/12 ha ido creando temporada tras temporada un grupo de trabajo magnífico. Juegan a lo que se proponen, se conocen a la perfección entre ellos y, lo más importante, ganan.

Este pasado sábado se vio todo lo anteriormente dicho. El Atlético no sufrió, pero tampoco lo tuvo fácil para ganar. Quién sabe si Steven no hubiese cometido ese fallo cuál hubiera sido el devenir del partido. Con ese gol a favor es lógico que el partido se ponga de cara y más aún cuando enfrente tienes a ese equipo que asombra a Europa. Simeone consiguió que sus pupilos no dejaran opciones a los de Berizzo. Un entramado defensivo rocoso como siempre que cuesta de penetrar. Muriel, Navas y Sarabia no tenían ideas de como poder crear peligro alguno. Si además, los tres centrocampistas no conseguían originar ninguna jugada de valor pues más difícil se pone. Banega y N´Zonzi tocaron y mucho el balón, pero peligro poco. Pases cómodos en campo propio entre ellos dos y sus compañeros de la defensa.

Si la producción ofensiva era nula a excepción de un tiro de Sarabia al palo gracias al desvío de Savic y algunos saques de esquina que se consiguieron gracias a alguna jugada por banda, en labores defensivas el Sevilla se mostró serio. El Atlético no consiguió crear peligro en la primera mitad salvo el tiro a la cruceta de Filipe Luis. Uno de los artífices de este buen hacer defensivo fue Mercado. Gracias a su lucha supo controlar su banda y ayudar a los centrales ante las acometidas de Carrasco, Griezmann, etc. Y es que, pese a que los colchoneros no consiguieron poner en peligro al Sevilla, Vietto consiguió que los dos centrales sevillistas perdieran su posición gracias a sus movimientos. El jugador argentino ya demostró en Sevilla que no es un "9", es una especie de mediapunta que ayuda a crear espacios para que los puedan aprovechar hombres con más gol como los mencionados anteriormente.

Así, una primera parte de igualdad dio paso a un inicio horroroso por parte de los hispalenses en la segunda mitad. El error del francés en el primero y un fallo general de los defensas en el segundo donde logró anotar Antoine, que se quedó totalmente solo ante Sergio Rico.

Pases y más pases, pero ningún tiro

Después del segundo gol el Sevilla tuvo y retuvo la pelota durante 20 minutos. No pararon de mover la pelota, pero faltó la clave del fútbol: disparar a puerta. Por lo demostrado en los anteriores partidos, al Sevilla le resulta medianamente fácil crear ocasiones de gol. El problema viene cuando juegas contra el Atlético de Madrid y no contra otro. La posesión del esférico sirve de bien poco si no consigues originar peligro al rival y ésto bien lo deberían de saber después de ganar en Getafe con un gol de Ganso en el que fue uno de los poquísimos tiros que hicieron.

La entrada al terreno de juego de Correa, Ben Yedder y Krohn-Dehli no mejoró mucho más al Sevilla. Sarabia anduvo perdido durante el partido y no encontró apoyo por parte de sus compañeros para hilvanar alguna jugada. Muriel se vio perjudicado por la nulidad de su equipo a la hora de crear peligro, aunque hay que añadir que él tampoco fue capaz de crearse alguna ocasión. Mercado fue el otro sustituido, pero como se dijo antes, él cumplió con su cometido defensivo y su cambio por el danés fue simplemente para intentar recortar distancias en el marcador. 

Correa es un jugador muy joven con una proyección tremenda, pero debe intentar ser más decisivo. El argentino lo intenta, aunque tanto regate e intento de lucirse hace que pierda balones y desluzca sus buenas intenciones. Sin embargo, es cierto que ayer apenas tuvo ayudas. Ben Yedder si dio más que el colombiano. Se ofreció siempre a sus compañeros y conectó con los mismos para crear alguna que otra jugada, pero siempre quedando todo en vano. Por su parte, Michael, consiguió que el "Mudo" entrase a tocar más la pelota y conectase con Banega y N´Zonzi. La gran penalización fue Navas quien no fue ese jugador decisivo que logró aquel gol clave ante Las Palmas. Desaparecido durante todo el encuentro salvo en contadas ocasiones.

Si bien es cierto que el perder en el Wanda no es una sorpresa, Eduardo Berizzo necesita que sus jugadores sean más resolutivos arriba. En la rueda de prensa tras el partido comentó que debían originar más inquietud al portero rival y esa tiene que ser una pieza importante a pulir en los entrenamientos venideros. Sin olvidar, que la defensa sigue teniendo algunas carencias que de corregirlas pueden ayudar a ganar partidos como ya ha demostrado. Maribor el martes a las 20:45 horas en la segunda jornada de la Champions League es una buena oportunidad para dejar atrás este mal sabor de boca.