El Eibar es matemáticamente equipo de Primera División, de donde es virtualmente el Deportivo de La Coruña, entre otras cosas por el suicidio futbolístico que ha experimentado Las Palmas en las dos últimas jornadas. En ambos encuentros el conjunto de Lobera se vio con el marcador a favor al primer minuto de encuentro y acabó por desperdiciar la ventaja por errores propios.

No podía comenzar mejor la tarde en clave amarilla. Cuando se inició el encuentro, el Deportivo ya perdía ante el Numancia –resultado que no se variaría- y Las Palmas abría el marcador al primer minuto del encuentro, cuando Aranda le robó el balón a Zamora, que cayó lesionado en la misma jugada, y se plantó solo ante Cabrero para batirle con facilidad.

Entonces, como ocurriera la semana pasada ante el Castilla, esa ventaja amarilla acabaría siendo un simple espejismo para el devenir del partido, ya que Las Palmas, al igual que ante el filial merengue, daba un paso atrás y acabaría siendo engullida en juego e intensidad por su rival, esta vez el Recreativo de Huelva de Sergi Barjuan. Pronto avisaron los onubenses de que el marcador no hacía justicia a lo visto en el terreno de juego. Pese a la tempranera lesión de su central titular Zamora y el gol en contra, el Recreativo se sobrepuso de ese varapalo y ya a los ocho minutos Cifu obligaba a Barbosa a hacer de salvador. Poco después fue Ezequiel quien lo intentó, pero volvió a toparse con el guardameta argentino.

Los minutos pasaban y Las Palmas se dormía en su propio juego, mareando el balón de un lado a otro, sin profundidad ni una idea de juego concreta para mantener la ventaja, lo que convertía la primera parte en un continuo bostezo. Entre tanto, el Recreativo seguía avisando de que llegaba con peligro, especialmente en los pies de Aloys Nong, que no se mostraba especialmente hábil cuando encaraba la portería amarilla y permitía a los canarios irse con una engañosa ventaja al descanso.

Lobera recurre a un trivote tras el descanso

A la salida de vestuarios, como ocurrió ante el Tenerife, Lobera volvió a confiar en Vicente Gómez. Sin embargo, esta vez la entrada del mediocentro incluía una variante táctica: un trivote junto a Apoño y Javi Castellano, siendo Juan Carlos Valerón el sacrificado. La variante trataba de reforzar el centro del campo en la destrucción, intentando además aprovechar la llegada de Vicente Gómez para acompañar al malagueño Carlos Aranda.

De entrada pareció funcionar la variación, ya que Las Palmas recuperó el balón y aumentó la diferencia. Una gran jugada individual de Momo por la derecha acaba dentro del área con un pase atrás hacia Aranda, que no perdonó y batió por segunda vez a Cabrero. El gol caía como jarro de agua fría tanto en Huelva como en Eibar, ya que retrasaban el ascenso armero y alejaban casi definitivamente al Recreativo de la promoción.

Entonces, llegó el harakiri amarillo. Justo después del segundo gol de Aranda, una internada por la izquierda de Ezequiel, que volvió loco a Ángel durante todo el partido, acabó con un despeje defectuoso de Deivid que superó en perfecta vaselina a Barbosa, haciendo creer a un Recreativo al que no le dio tiempo de bajar los brazos tras el 2-0. Sólo era el principio del suicidio en clave futbolística de Las Palmas.

El Recreativo dejó de perdonar

Tras el involuntario gol de Deivid, fue Nong quien volvió a sacar lo mejor de Barbosa, plantándose ante el argentino y perdonando lo que parecía un gol cantado. Pero a la siguiente el Recre dejó de perdonar. Una falta lanzada por Montoro desde la banda fue rematada prácticamente a placer de cabeza por Menosse dentro del área, ante la pasividad en el marcaje de Ángel López. Partido igualado y 25 minutos por jugar, con Las Palmas desdibujada con el trivote y acuciada por las prisas.

Lobera reaccionó e introdujo a Héctor Figueroa y Nauzet, pasando a jugar con un 4-4-2 clásico, pero tampoco le dio resultado y lo peor estaba por llegar. A falta de nueve minutos, Joselu gana línea de fondo superando a Castillo y envía un balón raso al punto de penalti. En una jugada en la que aparentemente partían con ventaja Deivid y Ángel, estuvo más vivo el atacante andaluz Ezequiel para poner la puntilla a los amarillos y certificar el ascenso matemático del Eibar.

Hasta el final, Las Palmas lo intentó sin convicción ni intensidad, con los brazos bajados. Aunque a punto estuvo de conseguir el empate en tiempo añadido, cuando Aranda se revolvió dentro del área y sacó un disparo que repelió primero Cabrero y luego dos defensores ante los desesperados intentos amarillos. Con el pitido del árbitro certificando la derrota, los jugadores locales fueron despedidos con una gran pitada y la sensación de gran indignación entre los aficionados.

Con este resultado, Las Palmas se despide del ascenso directo y ve con preocupación peligrar una plaza de promoción que parecía asegurada semanas atrás, ya que el Sabadell, noveno clasificado, está a tan sólo dos puntos del equipo de Lobera. El Recreativo, por su parte, con esta victoria se sitúa octavo igualando con Córdoba y Murcia, a tan sólo un punto de Las Palmas.