Las Palmas pierde 3-1 ante el Real Zaragoza en la ida de la final de ascenso a Primera División. El cuadro grancanario firmó un inicio inmejorable, en el cual, logró su adelantada ante el silencio de La Romareda. Los fallos defensivos y la fortaleza del rival, diluyeron el poder de una Unión Deportiva que se jugará el sueño de ascender en una vuelta condenada al paro cardiaco. Valieron los goles de Rico, Pedro y William José, no el de Jonathan Viera.

Una final entre dos instituciones

Tercera promoción, segunda final

Que sea la tercera Promoción consecutiva, la segunda final en dos años. Que vengan de un trauma propio a un cuento de miedo y que ese cuento hoy día siga flotando alrededor del plantel. Que ese plantel sea el más goleador y el más envidiado, y que a pesar de eso, y después de estar media temporada liderando el tablón, no pudiera ascender de forma directa.

Que la vuelta, otra vez, toque en casa y que la eliminatoria se dé ante el último clasificado de la promoción. Que el entrenador avise de que el Zaragoza "es el Córdoba del año pasado" y que en el partido de ida le golee por 3 a 1. Que estas palabras no sean mentira sino la cruda realidad de una Unión Deportiva que lleva trece años sin oler los céspedes de Primera es, en el fondo, más que una caricatura, el relato de un sueño que de tanto en cuanto se torna a pesadilla.

Fotografía: Andrea Royo (VAVEL)

Las Palmas y Zaragoza le hicieron un monumento al espectáctulo

Once gladiadores con sangre de Primera División y corazón afincado en Gran Canaria, un equipo que vive de su legado y entre lustro y lustro de su presente. Y al frente, un capitán nacido en el Triángulo de las Bermudas, que hoy se reencontró con uno de sus viejos barcos y que torea las tempestades incluso cuando se queda sin timón. Proviene de tumbar al Valladolid y de otras cosas que mejor no recordar. Hoy salieron hundidos.

Al otro lado, una institución en sí misma, representativo no de Zaragoza, sino de España entera. Una plantilla ajena a burdeles económicos y sorteos políticos, centrada en hacer feliz a los suyos. Proviene de remontar al malherido Girona y de luchar hasta el final para entrar en la Promoción. Hoy salieron por la puerta grande.

Una suma de circunstancias

Las primeras contingencias dieron lugar entre los cánticos de la colonia canariona. La Romareda se vistió de histórica, e histórico fue cómo al principio de la batalla sonaban más los tambores del batallón isleño.

Durante la primera parte, la Unión Deportiva luchó con dignidad y con oficio. Intercambió sus golpes entre el escudo y la razón, y controló a las circunstancias mientras no tuvo fisuras en su retaguardia. Roque Mesa bailó con su cintura, Jontahan Viera recordó a Romario, Sergio Araujo mantuvo el pendón en territorio ajeno y Juan Culio condujo los tanques.

Jonathan Viera adelantó a la Unión Deportiva en el 17'

El escuadrón de Herrera demostró su afán de monólogo respirando frente a los ojos de Bono. En el minuto 17, el General Viera adelantó a los suyos tras una soberbia demostración de actitud y rabia de David Simón. El delantero, con el exterior de su diestra cruzó un balón que contenía la emoción de toda Canarias. 0-1.

Popovic tuvo que reaccionar al ver que los suyos entraban en parada cardiaca. Jaime Romero entró al barro chocándosela a Cabrera. Una intentona ofensiva. Un plan perfecto.

Al borde del 40’, el bando peninsular cambió el rumbo de la batalla. Rico marcó un empate más psicológico que pragmático. La defensa de Las Palmas se quedó mirando mientras el efectivo maño aprovechó para tirar por el precipicio al representativo canario.

Los fallos defensivos condenaron a Las Palmas

Las cosas cambiaron, a la UD se le fue de las manos lo que durante 35 minutos había controlado. El Zaragoza tomó la iniciativa, luchó empujado por su afición y se dejó llevar por la inercia de las emociones.

Las Palmas - Las Palmas

Dos minutos después del intermedio, los zaragocistas dejaron de luchar con su infantería para despegar sobre su aviación. Tal fue su vuelo que en el minuto 48, Pedro ahondó en la herida para preocupar al escuadrón insular. Aprovechó otro error defensivo, un error, quién sabe, que podría valer un ascenso.

Basha entró por De Galarreta y Juan Carlos Valerón por Hernán Santana. La guerra parecía de imposible afronta. Las Palmas jugaba contra Las Palmas y contra el "si se puede" que rebotaba de grada a grada en La Romareda.

Sergio Araujo, Jonatahan Viera, jugaban al frontón. Lo intentaban y no dejaban de mostrar que se habían fallado a sí mismos.

Willian José envió el último misil de la contienda para sentenciar la primera vuelta. Javi Álamo centró para que el brasileño rompiera el redondo y con él, medio corazón palmense. 3-1.

Con el 3-1, a Las Palmas solo le queda confiar en el poder del Estadio de GC

A pesar de que Asdrúbal entró por Roque Mesa y Momo por Viera (que se marchó con gestos de enfado), la batalla había quedado vista para sentencia. El encuentro murió tras una exigua falta sobre la frontal.

La Unión Deportiva buscará su redención en el Estadio de Gran Canaria. Al equipo de Paco Herrera le vale el 2-0 o el 3-1 (por ejemplo) para hacer cierta una afronta que tras el partido de hoy se antoja bastante complicada.

La tercera plaza de ascenso a Primera División se decidirá el próximo domingo a las 18:00 (hora insular canaria).

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Sobre el autor
Fabio Benítez
Periodista canario en Madrid. Dirijo las 15 ediciones de VAVEL para acabar con el apartheid de los buenos. Fui editor in chief de VAVEL España, antes fui coordinador general de Primera División. Entre 2013 y 2015 escribí sobre la UD Las Palmas, el Iberostar Tenerife y el Uruguay FS, estas dos últimas, secciones que coordiné. Contacta conmigo en [email protected]. Sígueme en Twitter, Facebook e Instagram: @fabiobesant.