Transcurridas las siete primeras jornadas de la Liga BBVA llega un nuevo parón en la competición debido a la disputa de partidos de los combinados nacionales. Este nuevo alto en el camino sirve para tomar aire, sobre todo a los equipos que no cuentan apenas con jugadores internacionales, pudiendo reponer fuerzas y prepararse así para la siguiente batalla. Además llega el momento de sentarse en el despacho y analizar detenidamente cómo ha sido el trabajo del equipo en el inicio de la temporada, para corregir errores, afianzar fortalezas y seguir buscando fórmulas para no bajar la guardia ante los equipos de la máxima categoría del fútbol español.

La UD Las Palmas consiguió alcanzar por fin esa cota hace pocos meses tras varios intentos fallidos, volviendo años después a ocupar una plaza junto a los más grandes.

Tocaba un duro inicio en el Vicente Calderón

Esta nueva e ilusionante andadura arrancó para los canarios en una plaza siempre complicada como el Vicente Calderón, donde algunos presagiaban un duro revés para los isleños como bienvenida a la nueva categoría. Paco Herrera apostó por comenzar la campaña con un cambio de sistema con respecto a la temporada anterior, formando una defensa con cinco hombres para quizás evitar errores pasados, como la fragilidad en la retaguardia que casi condena a su equipo a otro año en Segunda en el último tramo de competición.

Finalmente el Atlético de Madrid venció al conjunto amarillo pero por solo un tanto de diferencia en una falta que convirtió Griezmann con algo de fortuna, pese a que los visitantes estuvieron muy cerca de llevarse a casa algo más positivo en forma de puntos, cuajando un buen debut ante uno de los rivales más fuertes.

El encuentro dejó como consecuencia una de las peores noticias para la UD Las Palmas, la lesión de Javi Castellano para toda la temporada. El mediocentro había sido una de las piezas claves de su equipo desde que volvió a casa y se esperaba que fuese un hombre importante en Primera División, donde merecía jugar de amarillo por el trabajo y la entrega demostradas sobre el césped.

Llegan los primeros puntos

La segunda jornada deparó un empate sin goles en el estreno en el Estadio de Gran Canaria ante el Levante. Un rival que supo defender bien el resultado para puntuar en la isla frente a un equipo local que mantuvo su idea de jugar con una defensa poblada hasta los últimos diez minutos, cuando llegaron los cambios que finalmente no pudieron cambiar la cara de los isleños.

Tras sumar el primer punto al casillero la UD Las Palmas visitó Balaídos para enfrentarse al líder de la categoría. Por primera vez Paco Herrera volvió al 4-3-3 dejando en el banquillo a Aythami Artiles y dando entrada a Willian José, para olvidarse de la defensa de cinco ante un conjunto gallego que apuesta por el buen fútbol.

La expulsión de Varas pudo marcar el partido

Pronto el encuentro se torció para los canarios cuando antes del cuarto de hora de partido Orellana puso por delante a su equipo transformando un penalti cometido por Javi Varas, que dejó a los amarillos con diez tras derribar a Iago Aspas en el área. Wass poco después puso el dedo en la llaga anotando el segundo, aunque Araujo recortando distancias levantó el ánimo de sus compañeros inaugurando la cuenta goleadora de los suyos en liga.

Después de la inyección de moral que supuso el gol del 'chino', Nolito volvió a tirar por tierra las esperanzas visitantes con el tercer tanto tras la reanudación. El técnico de Las Palmas optó por volver a fortalecer la defensa dando entrada a Aythami por Roque y el juego del equipo cambió, consiguiendo de nuevo recortar distancias con algo de fortuna en un disparo de Araujo, y alcanzando finalmente un trabajado empate con el tanto de David Simón tras una buena acción en ataque del grupo.

Dos derrotas en casa

El Rayo Vallecano de Paco Jémez bajó de nuevo a la tierra a Las Palmas en un mal partido de los canarios, que cayeron en su feudo por 0 a 1 en la cuarta jornada.

En el siguiente duelo llegó la ansiada primera victoria para los isleños en su vuelta a Primera División. El Sevilla arribó al archipiélago como colista y cayó derrotado tras un buen partido de los canarios, que consiguieron los tres puntos gracias a los goles de Roque y Alcaraz.

Los dos últimos enfrentamientos se han saldado con sendas derrotas de los chicos de Herrera, aunque con sensaciones contrapuestas. En el Camp Nou el Barcelona consiguió el triunfo por la mínima y con sufrimiento en los últimos minutos ante un equipo que no perdió la cara al encuentro en ningún momento. El pasado fin de semana la SD Eibar fue capaz de llevarse los tres puntos del Estadio de Gran Canaria ante un rival que mostró nuevamente sus carencias y no fue capaz de imponerse al contrario ante su afición.

Carencias en la creación

El 5-3-2 se ha impuesto definitivamente como esquema favorito de Paco Herrera para afrontar de inicio cada encuentro. David Simón, Alcaraz, Aythami, Bigas y Dani Castellano son los cinco elegidos habituales para salvaguardar la meta amarilla.

Simón y Bigas están realizando buenas actuaciones

En general todos están rindiendo a buen nivel y Simón se ha encontrado especialmente cómodo en una formación en la que los laterales tienen mucho espacio por delante para llegar a terreno rival. En este sentido Dani no está apareciendo tanto como su compañero de la banda opuesta y en algunos encuentros se ha echado en falta alguna subida suya intentando aportar algo más en ataque.

En el centro del campo Hernán ha tenido que retrasar su posición habitual para sustituir al lesionado Javi Castellano. Sin llegar al excelso nivel del gemelo, el de Zárate se ha adaptado bien y no ha sufrido demasiado en la nueva demarcación.

En los interiores Roque ha sido un fijo en el once inicial aunque también en las sustituciones, ya que ha sido el único futbolista en ser relevado en las siete primeras jornadas. Su acompañante ha estado repartido entre Culio al inicio de la competición y Wakaso posteriormente, que parece haber ganado la partida al argentino con su despliegue físico sobre el césped, pese a que en las acciones con balón dividido siembre el pánico entre la afición amarilla.

Aún así en varias ocasiones el equipo parecía pedir a gritos un hombre con más fútbol y más habilidad para la creación que el argentino y el ghanés, para ayudar un poco más a Roque y Jonathan Viera en la creación.

Faltan ideas en la creación

La nueva disposición de los jugadores de Las Palmas ha supuesto el sacrificio de tener un hombre menos en ataque para sumar uno más en defensa. Eso provoca que los interiores estén teniendo algo más de desgaste teniendo que aparecer con más frecuencia en los últimos metros para contar con más efectivos, sin descuidar su posición más retrasada a la hora de defender. Roque está siendo uno de los más favorecidos siendo uno de los más destacados en varios encuentros, aunque acabe fundido en el segundo tiempo.

En ataque Jonathan Viera y Araujo son las dos armas ofensivas de los canarios. En ocasiones se han encontrado demasiado solos y en inferioridad con respecto al equipo rival como para poder combinar entre ellos o progresar hacia la meta contraria. El de La Feria también está siendo una de las piezas claves para los suyos siendo el único que aporta desborde, aunque en ocasiones eche en falta contar con un socio.

Desde el banquillo Willian y El Zhar han sido las dos apuestas más repetidas por Paco Herrera, el primero para intentar ofrecer otro apoyo por el centro a Viera y a Sergio Araujo y el segundo para ubicar un hombre en la banda derecha y volver en cierta medida al esquema de la pasada temporada.

Luces y sombras

Hasta el momento la temporada está deparando sensaciones contrapuestas para la afición amarilla.

El equipo ha mostrado su mejor cara ante equipos a priori más fuertes como Atlético de Madrid, Celta, Sevilla o Barcelona ante los que ha conseguido sumar cuatro puntos. Sin embargo frente a Levante, Rayo Vallecano y Eibar solo sumó uno pese a jugar los tres encuentros en casa, mostrando además una imagen distinta que en los otros encuentros.

El técnico catalán tendrá que valorar si en ese tipo de partidos es conveniente seguir con la misma idea futbolística, u optar por un ligero cambio que haga que su equipo empiece a mostrarse más sólido ante su afición y frente a equipos de un nivel más similar al suyo.