La UD no pudo tener mejor comienzo, encadenando victorias y sumando puntos se colocaba en una buena posición en la clasificación general de la Liga, por delante de grandes clubs con nivel europeo. La magia de Jonathan Viera, los goles de Prince, la contundencia de Roque o el carácter de Macedo hacía que Las Palmas fuese portada en numerosas ocasiones.

Las Palmas llegó a estar en primera posición, sumando seis puntos en dos contundentes victorias frente a Valencia y Granada

La entidad amarilla continuaba sumando, con mejores resultados en el Estadio Gran Canaria que fuera, el conjunto de Setién acabaría soñando con llegar a puestos europeos a finales de la primera vuelta; unos meses marcados por el interés de la selección española de fútbol en jugadores que no dejaron de destacar en el once amarillo. Viera, Roque e incluso Vicente despertaron el interés de un Lopetegui que finalmente optó por otros jugadores para esa llamada.

Estancamiento

Llegó el mercado invernal y la UD se reforzó con jugadores de prestigio, el croata Halilovic y el grancanario Jesé, vinieron a la isla para dar un empujón al club canario,  pero finalmente el sueño de entrar en Europa se iría desvaneciendo poco a poco, y la ilusión del jugador número 12 se iría a pique. Ni Jesé ni Halilovic aportaron al conjunto lo que se esperaba de ello, las expectativas no fueron cumplidas, y finalmente nada salió como se esperaba.

Jesé llegó a la UD después de meses sin apenas jugar, lo que hizo que no se adaptará al ritmo del conjunto amarillo

Las negociaciones de renovación del técnico cántabro tampoco iban por buen camino, eran unos meses extraños, en los que Las Palmas apenas sumaba fuera de su estadio. Poco a poco la UD iba avanzando en la clasificación, hasta que finalmente, y con calma y tiempo,  la entidad alcanzaba su objetivo principal: la permanencia.

Un equipo diferente, un juego diferente

A pesar de todo, la Unión Deportiva seguía demostrando que su juego era distinto, que era único y diferente, y por ello, a pesar de obtener resultados no tan positivos, la UD continuaba destacando por su juego ofensivo y de toque. Prince se convertiría en el máximo anotador del equipo; Jonathan Viera, una vez más, en pieza clave; y Roque Mesa, en el eje central del equipo, consagrándose en un año brillante para él a nivel personal, y poniendo a fin a su magnífica etapa en la UD para poner rumbo a la Premier League.

También se desvincularía de Las Palmas el técnico santanderino, Quique Setién, que pondría rumbo al Real Betis, y Jesé, que volvería al club de donde llegó cedido, el Paris Saint Germain (el 16 de agosto se ha ido cedido al Stoke City). Por otro lado, Prince se comprometería con el conjunto amarillo para seguir aportando su granito de arena hasta que en la mañana del 16 de agosto ha saltado la noticia: Boateng rescinde el contrato con el conjunto canario.

Y finalizó una temporada llena de sobresaltos, de buenos y malos momentos, y de sueños pausados, que algún día se cumplirán; quizá, quien sabe, sea esta temporada que se nos presenta, la del regreso de un gran club a lo más grande del fútbol español. Pronto saldremos de dudas, lo que está claro es que la UD seguirá practicando ese tiki-taka que tan bien se le da practicar.