La ilusión rebosa las caras de los integrantes del equipo nacional de hockey hierba. Este sentimiento se abre paso con fuerza al dolor y regusto amargo que se saborea cada vez que la mente piensa en lo acaecido en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. La derrota en cuartos de final ante Argentina fue un palo muy difícil de digerir para una selección que ya se veía luchando por las medallas, y que ahora ha de volver a reagruparse para afrontar un nuevo ciclo olímpico.

Sin embargo, no hay nada que el tiempo no cure, y las piezas fundamentales del equipo parecen tener tiempo y talento suficientes como para redimirse en Tokio 2020. Con ese objetivo en el horizonte se mueven ya, aunque la primera meta será brillar en la Liga Mundial que se disputará en julio de 2017 en Johannesburgo. La concentración que se está llevando a cabo en Cataluña aboga por generar un grupo sólido y unido, y claro está, darse alegrías sobre el césped artificial como las que suponen las victorias ante Irlanda y Polonia.

Contundente triunfo español

Con un once inicial que no superaba los 26 años, se presentó España en el Pla de Bon Aire para seguir puliendo detalles técnicos y tácticos. El conjunto de Fred Soyez comienza a ser una escuadra perfectamente estructurada y con un modelo de juego definido, y eso lo percibió un equipo polaco que se vio sin argumentos para desarbolar la comodidad hispana.

España disputará ante Polonia un último amistoso el domingo 4 de diciembre

España creaba ocasiones pero no fue capaz de abrir la lata hasta el minuto 20, cuand una genialidad de David Alegre servía en bandeja el primer gol a Pau Quemada. A partir de ese momento, Polonia se desordenó y dejaba huecos en su zaga, perfectamente aprovechados por la eficacia del equipo español.

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Sobre el autor
Diego Jiménez Rubio
Fui Coordinador General de Más Deportes y Viajes, y miembro del Consejo de Dirección de VAVEL España. Me encanta comunicar mi pasión por el turismo y el deporte, y hacerlo con responsabilidad y profesionalidad.