Pete Carrol­­­­­­l tiene un quebradero de cabeza que, en principio, quedará resuelto tras la pretemporada. El paso inicial es el campamento de entrenamiento previo a los primeros partidos de preparación. Allí, el entrenador de Seattle reconocerá el terreno para seleccionar a sus mejores hombres para la batalla que se avecina.

La primera guerra se disputará en el backfield de los Seahawks. Desde que Marshawn Lynch se retiró, esta zona del campo no ha tenido dueño. Lynch ha vuelto a los terrenos de juego, aunque defenderá la franquicia de su ciudad, los Oakland Raiders.  Esta temporada la lucha por el puesto de corredor será feroz. C. J. Prosise, Thomas Rawls y Eddie Lacy lucharán por ser los que más snaps jueguen.

Prosise disputará su segunda temporada tras haber dejado buenas sensaciones el año pasado. No jugó mucho, pero las 30 veces que llevó el balón dejó muestras de su potencial, ganando 5,7 yardas por intento y consiguiendo anotar un touchdown. Posiblemente será el encargado de convertir los terceros downs. Thomas Rawls tiene crédito tras realizar algunas actuaciones impresionantes. Aún así, el año pasado, Rawls hizo actuaciones mediocres consiguiendo 3,2 yardas de promedio por intento. Además, sólo consiguió 3 TD. La fortaleza que muestra en el campo con sus potentes arrancadas y sus rápidos cambios de ritmo y de sentido, nada tienen que ver con la fragilidad del jugador. Una lesión tras otra le han cortado la progresión. Eddie Lacy es el nuevo. Carroll quería un runningback con gran tamaño y potencia y lo encontró en el ahora ex de los Packers. El corredor venía con un problema, uno bien gordo llamado Eddie Lacy. Una cosa es querer un jugador potente para el juego de carrera, y otra bien distinta es que pueda servir para jugar en la línea. Lo ficharon con primas por bajar de peso en su contrato que, de momento, está cumpliendo. Si Lacy consigue ponerse en forma de nuevo, podría volver a se el jugador que consiguió 2317 yardas y 20 touchdowns con los de Green Bay en la temporada 13/14. Viene de una temporada en la que tan sólo ha jugado cinco partidos debido a una lesión en el tobillo, por l que deberá recuperar el ritmo de competición.

El puesto de tight end está ocupado por Jimmy Graham y no lo va a soltar. Ha estado entrenándose con Russell Wilson este verano para mejorar la compenetración y, hay que reconocer que es un grandísimo jugador. Ya lo demostró en lo Saints con Drew Brees.

El segundo tight end de la plantilla no está tan claro. Aquí comienza una nueva puja. Los jugadores que tienen que presentar sus armas a la batalla son Luke Wilson y Nick Vannett. Los Seahawks han traído de vuelta al primero de ellos con un contrato de un año. El motivo es que en la franquicia de la ciudad esmeralda no están seguros de si Vannett estará listo para las responsabilidades que conlleva el puesto, puesto que aún es muy joven. Hay fuertes razones para considerarle el tight end del futuro por lo que esté año jugará más que el pasado, en el que sólo participó en 84 snaps.

Algo parecido sucede con los wide receiver. Doug Baldwin es el dueño y señor del puesto de primer receptor. Wilson tiene dos armas principales: sus piernas y Baldwin. Le busca siempre que puede, por lo que parece una utopía plantearse que dejará de ser el receptor principal. Pero el puesto del segundo receptor profundo no está tan claro. En cuanto a números se refiere, los candidatos no pueden sacar pecho. Ambos anotaron 1 TD. Tyler Lockett cogió 10 pases menos y produjo 70 yardas menos que la campaña anterior. Jugó el 52,7% de los snaps, mientras su compañero y rival por el puesto, Jermaine Kearse, disputó el 78,2% de los snaps. Lockett se lesionó de gravedad la temporada pasada, y llega justo para el comienzo de esta nueva campaña.

El motivo por el que los Seahawks no traspasaron a Richard Sherman es que andan un poco escasos en la posición de cornerback. Obviamente, al quedarse en el equipo uno de los mejores jugadores en su puesto, no hay duda de que será titular indiscutible si no sucede una hecatombe. El lado izquierdo de la defensa está bien cubierto, pero en el diestro hay dudas. DeShawn Shead le ganó la partida el año pasado a Jeremy Lane, pero este año no podrá empezar la liga con el resto de sus compañeros debido a la lesión que sufrió. Él solo, sin contacto, hizo un mal gesto y se desgarró el ligamento cruzado. Tuvo que ser operado y por este motivo se abre la lucha de puesto entre Lane, Shaq Griffin y Neiko Thorpe, aunque debido a la experiencia del primero de ellos, parece que será el titular en el flanco derecho de la defensa de Seattle.

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Sobre el autor
Alejandro Santibáñez
Periodista en Vavel. Deporte como forma de vida. Amante del fútbol americano, fútbol, pádel, baloncesto y tenis.