Los New Orleans Saints llegaban a Carolina para su duelo divisional contra los Panthers en situación crítica, con un balance particular de 0-2 y muchísimas dudas tanto en el aspecto ofensivo como en el defensivo. Los locales, por su parte, se presentaban con un balance totalmente opuesto, dos victorias por ninguna derrota, y una defensa bastante potente que compensaba las carencias de un ataque que no había sido capaz de encontrar la end zone en la semana anterior.

La teóricamente débil defensa de New Orleans se antojaba un bálsamo para la necesitada ofensiva de los Panthers. Sin embargo, los Saints apagaron todas las luces de la unidad comandada por Cam Newton. Limitaron sus avances en la primera mitad a dos míseros field goals, además de forzar tres intercepciones. Newton solo pudo maquillar el resultado cuando, ya bien entrado el tercer cuarto y yendo muy abajo en el marcador, convirtió una carrera de tres yardas en seis puntos. Los locales no moverían su marcador más en todo el partido. La nota positiva del partido se la llevó el rookie Christian McCaffrey, que acumuló 101 yardas en 9 recepciones y 16 yardas en cuatro carreras para un más que sólido total de 117 yardas.

Los Saints se mostraron bastante cómodos en el terreno de juego, con un Drew Brees que no encontró demasiada dificultad a la hora de despellejar a la secundaria rival. Los running backs de New Orleans, Ingram y Peterson, manejaron el tempo de la ofensiva consiguiendo 89 yardas entre los dos y obligaron a la defensa a mantenerse a la espera. Brees lanzó un pase de touchdown en cada uno de los tres primeros cuartos y una carrera de 25 yardas de Alvin Kamara en el último periodo del partido supuso la cuarta anotación y colocó el último clavo en la tapa del ataúd de los locales.

La victoria no solo supone un giro en las espectativas de la temporada de los Saints, sino que significa un empujón importante en la moral del equipo, tanto en ataque como en defensa. Los Panthers continúan sin poder confiar en su ataque, y no parecen estar en la mejor forma para afrontar lo que se anticipa como un encuentro complicado en Foxboro el domingo que viene ante los Patriots. Los Saints se las verán con los aparentemente irregulares Dolphins, esperando seguir construyendo sobre esta victoria y darle la vuelta a la temporada. Y mientras tanto Atlanta continúa liderando la división con paso firme.