Norberto Fontana (Torino) y Matías Rossi (Chevrolet) se caracterizan por ser pilotos que no tienen problema alguno en expresar su opinión o descontento ante una determinada situación, sin importarles mucho las repercusiones o el “qué dirán”. Finalizada la última fecha del TC en el autódromo de Viedma, competencia en la cual ambos fueron recargados por exceder la velocidad máxima de largada permitida, reflejaron su malestar a través de diferentes medios. La Comisión Asesora y Fiscalizadora (CAF) de la categoría tomó nota de lo sucedido y, tras citarlos a declarar, dio a conocer este martes las sanciones que aplicará.

El ex Fórmula 1 fue suspendido por una fecha, de modo tal que no podrá estar presente en Concepción del Uruguay el domingo 31 de mayo. Al ser abordado por la prensa tras abandonar la Final en tierras rionegrinas, manifestó que sentía que le habían “robado la carrera” por el recargo de cuatro puestos recibido en su serie. El comunicado emitido por la CAF indica que el arrecifeño infringió el artículo 01-005 inciso B del Reglamento Deportivo Automovilístico mediante aquella declaración, el cual dice:

“Todo organizador, participante, concurrente, jefe de equipo, cronometrista, mecánico, acompañante, oficial deportivo o cualquier otra persona que colabore con el organizador o el competidor durante el desarrollo de una competencia, por el sólo hecho de estar actuando, no deberá efectuar reclamaciones en público, ni declaraciones periodísticas que afecten la imagen de la ACTC o del certamen, debiendo seguir la vía reglamentaria.”

A su vez la resolución lo encuentra culpable de violar los incisos D y E del artículo 17-002, los cuales autorizan a sancionar a aquellas personas que mediante sus declaraciones públicas afecten la disciplina y el orden del evento.

Ya al tanto de su suspensión, el piloto del equipo Laboritto Juniors declaró: “Estoy angustiado porque considero injusta la sanción en carrera y porque esta suspensión me perjudica en lo deportivo y en lo económico. Por ahí me excedí en los términos, pero me parece que es normal que uno en caliente reaccione así. De esta forma me hacen perder dos fechas (la pasada y la próxima)”. Además puso en duda si apelará o no, dado que no cree que pueda llegar a modificar algo.

Por su parte, el actual campeón fue multado con la suma de $15000 por exhibir la grabación de una de las cámaras de su auto al momento de relanzar la competencia (instante en el cual excede el límite de velocidad permitido) vía Twitter, procurando demostrar que el Gurí Omar Martínez (Ford), quien largaba a la par suyo, había partido a mayor velocidad aún, sin recibir recargo alguno. De acuerdo a lo interpretado por la CAF, dicha acción infringe el artículo 55, inciso 13 del Reglamento de Campeonato de TC, el cual se aprecia a continuación:

“Los datos obtenidos de los dispositivos de captura de imagen ubicados en los vehículos quedarán a disposición exclusiva de las autoridades de la prueba y/o la CAF de la ACTC. Queda terminantemente prohibido, bajo pena de considerarse como falta muy grave, utilizar, copiar, difundir y/o facilitar las imágenes fuera del ámbito de las autoridades de la ACTC.”

Gran revuelo se generó conocida esta resolución. Analizando los citados artículos, resulta claro que las faltas existieron y que ambos pilotos obraron por fuera de lo estipulado en los reglamentos. Queda para el campo del debate si las penas aplicadas son consecuentes con las acciones de los sancionados o si resultan excesivas o leves. A su vez, el cuestionamiento de la justicia (o no) que tuvieron los recargos originales, causa madre que desencadenó el resto de las situaciones. Sin lugar a dudas este tema dará mucha tela para cortar en los próximos días. Una nueva polémica para el mundo del TC, donde lamentablemente ya son moneda corriente.