Agua bendita para Canapino

El arranque de la competencia fue un calvario, producto que, con todos los coches en la grilla, se largó un fuerte aguacero en San Nicolás que empapó toda la pista y obligó a todos a colocar compuestos de lluvia. La llovizna había aparecido instantes antes y algunos pilotos, entre ellos Agustín Canapino, partieron con neumáticos ancolizados. En plena grilla un montón de coches ingresaron a boxes de contramano y otros tuvieron que esperar para ingresar en la vuelta previa.

Con todos estos cambios ya realizados, Nicolás Trosset quedó como líder, escoltado por Alan Ruggiero y Emanuel Moriatis. Canapino, quien debía haber partido 39º se encontraba en la cuarta colocación y era el puntero virtual de la Copa de Oro. Facundo Ardusso y Matías Rossi se ubicaban cerca al puesto 19º y 20º y debían seguir superando rivales para tener alguna chance de quedarse con el título.

En el quinto giro, Trosset perdía la cola de su auto y entraba en trompo, dejando el liderato en manos de Ruggiero, que había vencido en las dos competencias anteriores del Turismo Carretera. Dos vueltas después, Juan Tomás Catalán Magni y José Ignacio Savino se tocaron y quedaron encajados en la cama de leca. El auto de seguridad volvió a salir a pista para neutralizar la competencia con el fin de retirar el Dodge y el Ford que se habían tocado. Tanto Ardusso como Rossi no podían avanzar y el campeón seguía siendo el arrecifeño, que su padre lo mantenía constantemente informado por la radiocomunicación.

Ruggiero seguía dominando las acciones, mientras que Canapino optó por no correr a los dos de punta y cuidar el coche en el tercer lugar que ostentaba. De a poquito, Ardusso ya estaba 16º, mientras que Rossi se situaba 17º, esperando un milagro para soñar con el trofeo. Sin embargo, el sueño del Misil se cayó a pedazos cuando se pasó de largo en el giro 13 y perdió media docena de puestos. El Flaco también sufría algunos problemas de adherencia y comenzó a perder algunas posiciones. Jonatan Castellano se convertía en el único que podría arrebatarle el campeonato a Canapa, pero para ello tendría que ser segundo; debía adelantar a 17 rivales. Tarea imposible.

Las vueltas finales fueron más tranquilas, donde la pista comenzó a secarse y se empezaba a formar una huella. El Chevrolet del arrecifeño, estaba a más de diez segundos de los líderes, que batallaban por la victoria. Ruggiero se defendía, pero Moriatis iba a la carga en busca de la segunda victoria del año. En la vuelta 23, el hombre de Lanús se tiró en el frenaje, chocó a Ruggiero y rompió la suspensión, quedando tirado en la curva siguiente. Por su parte, el porteño pudo continuar la carrera en el primer lugar. Mientras tanto, Canapino era el nuevo segundo del Gran Premio Coronación del TC.

Todo esto, dejó como ganador a Ruggiero, consiguiendo el tercer triunfo de forma consecutiva y Canapino, con el segundo lugar se consagró como tricampeón del Turismo Carretera. José Manuel Urcera acabó tercero, por delante de Esteban Gini y Gastón Mazzacane.

Resultados de la carrera