Dos metros dieciocho centímetros. Esa es la altura del centro de Indiana que atemorizó a todo rival la pasada campaña. El mismo que fue protagonista principal de varios de los mejores tapones del año que la NBA muestra con un video, como el que le hizo al mismísimo Carmelo Anthony en la cara. Ese jugador, había perdido su magia. El mismo que insultó a la prensa por no darles la repercusión necesaria. Él mismo, ahora con el peso del periodismo, supo volver a ser ese desconocido gigante que sorprendió al mundo entero.

Roy Hibbert tuvo una mala temporada. Con partidos de hasta ningún punto, ningún rebote, ningún otro casillero completo. Una contratapa de lo que fue la campaña pasada que ayer, en pleno playoffs, cuando más se lo necesitó, apareció. La pesadilla de Marcin Gortat y Nené terminó con 28 unidades y 9 rebotes para afianzarse como titular y no obligar a Frank Vogel a sustituirlo por Luifa Scola.

Pero la brillantez de uno produce opaca a los demás. O al menos pareció. Porque David West (9 puntos) no tuvo una de sus mejores noches, como las que venía teniendo y Paul George tampoco (11 puntos). Aunque, fuera de las estadísticas, este último fue clave en los momentos culmines: encestó cuando el partido estaba parejo y alguien debería quebrar el resultado. Ahí estuvo presente la estrella de los locales.

Pero los visitantes no iban a dejar que la paridad fuera tan fácil. De hecho, el encuentro se mantuvo regular durante los 48 minutos. En el final fue donde los Pacers aprovecharon su técnica y experiencia para quedarse con los últimos puntos y evitar que le conviertan más. Wall y Beal desaprovecharon intentos de tres puntos en las instancias finales que le podían haber dado un resultado a favor. Pero Bradley tuvo revancha y la aprovechó; convirtió detrás de la línea de tres para descontar el marcador. Y en última pelota, Trevor Ariza, de buen porcentaje de disparos largos en esta serie, especialmente el partido pasado, tuvo la chance de revertir la situación.

Pero la suerte no le jugó a su favor y la naranaja rozó el aro para terminar con una victoria de Indiana sobre Washington por 86 a 82. Mañana jugarán el tercer encuentro desde la capital para ver quién se adelanta en la contienda.