Era el partido definitorio para el conjunto de Mar del Plata para lograr ganar otra liga en la elite del básquet argentino pero enfrente tenía al defensor del título que no iba a regalar nada de local y así lo hizo logrando una impresionante victoria por 104-73 evitando el festejo milrayita en su casa.

En el primer cuarto el local salió firme y convencido de que tenía que ganar para seguir en carrera y así lo hizo. Con Javier Martínez liderando la ofensiva junto a Ricky Sánchez  apostando a los tiros de tres se pusieron arriba por 10-6 ante un Peñarol que le costó entrar en juego.

Al igual que en encuentros anteriores Adrián Boccia, en el transcurrir del primer segmento, fue importante para adelantarse en el marcador y poner parejo el juego, pero Regatas tomó la iniciativa nuevamente y con Fernando Martina en la pintura, adueñándose de esa zona, le dio buenos réditos al equipo de Nicolás Casalánguida.

El visitante estuvo muy estático en ataque y no logró ser agresivo cayendo siempre en errores y dándole a su rival la posibilidad de estirar la diferencia sobre todo con los libres, donde Nicolás Romano estuvo certero para cerrar el primer cuarto 25-15.

En el segundo corte la visita tuvo una pequeña reacción pero duró poco hasta que el dueño de casa se hizo amo del marcador y volvió a estirar la brecha con las anotaciones de Phillip Mc Hopson y Paolo Quinteros que de a poco empezó a aparecer en cancha.

Del lado de los dirigidos por Fernando Rivero hizo falta la intensidad característica con la cual salían a jugar a la hora de atacar y defender pasándose  la pelota. Solo Franco Giorgetti intentó dar algo de peligro en el aro del local.

Las falencias del adversario hicieron que el último campeón de la liga aumente la brecha con Mc Hopson como protagonista y cerrar la primera mitad 54-36 con un  amplio margen para encarar la segunda mitad de la mejor manera.

Al regresar del descanso Peñarol no tuvo poder de reacción y sufrió el gran momento de Quinteros que le dio al anfitrión un score de 21 (62-41)  desnudando completamente los problemas de los marplatenses y construyendo el camino para seguir aumentando la diferencia.

Al verse dominado ampliamente por Regatas, el conjunto de “La Peña” pareció resignarse y sin respuestas  para afrontar esa adversidad que lo tenía abajo en el juego y en el resultado. Mientras tanto el escolta entrerriano siguió siendo letal con los triples para alcanzar una brecha de 30 en los últimos diez minutos (82-51).

En el último cuarto todo estaba liquidado. Eso le dio la oportunidad a Casalánguida para rotar el equipo y guardar sus mejores armas pensando en el próximo encuentro y buscar repetir la misma eficacia de esta noche logrando un contundente 104-73.

Ahora Peñarol tendrá en su casa la chance de cerrar definitivamente la serie en el sexto partido y quedarse con la liga y evitar que los correntinos igualen y vuelvan a corrientes para disputar un séptimo.