En la noche del viernes, el campeón de la NBA venció por 107 a 101Memphis Grizzlies, dejando atrás la derrota frente a Brooklyn Nets.

Desde el arranque la intensidad de San Antonio se reflejó en la agresividad con la que atacaban el costado defensivo, lo que al rival lo desequilibró, sin poder encontrar las falencias de los Spurs. Con Kawhi Leonard se hicieron notorias las diferencias, pero el ingreso de Manu Ginóbili dispuso el marcador a su favor: con un par de triples sentenció el primer cuarto por 25 a 14.

En el segundo cuarto, Memphis, si bien no se incriminó el marcador, aprovechó la baja guardia de su contrincante y el partido se mostró parejo con buena participación de Tayshaun Prince y de Beno Udrih. Pero los Spurs no dieron el brazo a torcer, ni mucho menos: comenzaron los tiros de tres puntos, principalmente de Danny Green, los cuales resultaron efectivos a las expectativas. Tony Parker, por su cuenta, sumó 10 puntos y así la visita estuvo arriba por 58 a 46.

Luego del descanso el partido se volvió más lento en cuanto a juego y se hizo notorio el desgaste de los jugadores. Las estrategias inteligentes fueron desplazadas por los encuentros físicos.

Más allá de las buenas actuaciones de Duncan y de Marc Gasol, la ofensiva disminuyó en el campo de juego, pero eso no afectó la mentalidad de los Spurs que decididos buscaron mantener la distancia en el marcador con los Grizzlies. El tercer cuarto concluyó por 78 a 68.

Sólo diez puntos los separaban y restaba un cuarto por jugarse, cuando Memphis acortó la brecha por siete tantos en el inicio de la fase inicial. Sin embargo, el visitante respondió a la brevedad a la ofensiva rival con un triple de Corey Joseph y con un par de Manu Ginóbili, lo que llevó a una distancia de 14 puntos en el resultado.

Pocos minutos quedaban para que los Grizzlies revertieran la historia, pero la eficacia y el entusiasmo de los Spurs por esta victoria, hicieron que el veredicto deriva en una sentencia de 107 a 101.

Manu Ginóbili fue el goleador de San Antonio con 17 puntos, dio siete asistencias y bajó seis rebotes, seguido por Danny Green con 16 y Tony Parker y Tim Duncan con 14 puntos cada uno. El goleador del partido fue Mike Conley, de Memphis, con 23 tantos.