Cuando falta la cabeza madre de un proyecto, es decir aquél que sabe por experiencia, virtud y también por viejo zorro como llevar los hilos de un equipo, es posible que las cosas en esa etapa, por una falta de costumbre de otra voz de mando, terminen inclinando la balanza para el costado negativo de la cuestión. Por eso, y sin excusar la derrota de los Spurs únicamente en la ausencia de Gregg Popovich por problemas familiares, San Antonio cayó en su visita a Indiana, ante los Pacers, y así cortó su buena racha de ocho partidos sin conocer la derrota.

En el juego. En el nivel colectivo y personal de cada uno. En la poca efectividad de tiros de campo y tres puntos. En el vestuario. En los entretiempos. Y en cada minuto pedido. En cada una de esas observaciones se notó la ausencia inevitable del headcoach de este grupo. No fue casualidad que la décima derrota de los Spurs (en 63 partidos) se haya dado sin la presencia del mandamás. Los Spurs carecieron de ideas en las jugadas claves. Luego de haber hecho dos pésimos primeros cuartos (25-13 y 20-19 para los locales), en el tercero, en donde San Antonio suele resurgir, quedó solamente en una intención por mejorar las cosas.

El %14.3 en tiros de tres puntos (tres convertidos por Patty Mills y otro por Leonard) sumado al bajísimo %35,4 en tiros de campo, en comparación al %43,8 y %41 de Indiana hicieron que la derrota de los Spurs 91-99, en tierras extranjeras, fuera totalmente inevitable. Sin embargo, los texanos tuvieron en el empate en sus manos faltando menos de un minuto. Allí apareció la mala fortuna e ineficacia de toda la noche, para que Mills erre ese triple que parecía ser el salvador y decretar así una derrota que duele profundamente en el riñón de San Antonio.

En tanto, Emanuel Ginóbili volvió a jugar. Fue el segundo juego consecutivo del bahiense desde su vuelta a las canchas, luego de la lesión sufrida a fines de enero. Ante Indiana, Manu aportó tan sólo 2 puntos, una asistencia y un recobre en casi 20 minutos en cancha.

Ahora, los Spurs (récord 53-10) volverán a ver acción este martes cuando visiten, en Minnesota, a los Timberwolves de récord 20-44.