El sexto hombre es un rol clave en la NBA, si no se sabe de su importancia hay que preguntarle a San Antonio sobre Emanuel Ginóbili. Es ese jugador que no es titular, pero que tranquilamente podría serlo por su nivel y capacidad para aportar al equipo. Y a diferencia de los integrantes del quinteto inicial, no busca los lujos y el show de luces, sino ayudar a que el equipo gane.

Un jugador para esta posición encontró Orlando. El Magic, en pleno proceso de recambio, fichó a Jason Smith desde Nueva York. El ala-pivot de 30 años siempre que ingresa cumple y no exige ser del inicio a pesar de la falta de experiencia de los titulares. Sale a la cancha y da todo para ganar. Su recompensa se dio este martes por la noche cuando su equipo, ante su gente en el Amway Center, venció 116-110 a los Denver Nuggets.

El ex Knicks, Pelicans y Sixers fue una de las principales razones por la que Orlando llegó a un récord de 29-37. Con el estilo Scola, el jugador fue explotando el poste para sumar puntos de manera consistente y sembrar de dudas el marcaje visitante. Sin hacer acciones para los flashes del juego, el interno llevó a adaptaciones en la defensa rival que le abrió las aguas del ataque a sus compañeros. 27 minutos bastaron para que Smith acumule 25 puntos, 13 rebotes -4 ofensivos- y 1 asistencia.

Justamente quienes aprovecharon su labor fueron Evan Fournier, Víctor Oladipo y Brandon Jennings. El francés mostró que es letal desde lejos al sumar 15 de sus 30 puntos -máximo anotador- en el juego gracias a triples. Oladipo fue encarador para añadir 23 unidades y Jennings se llevó un doble-doble a casa con 12 tantos y 11 asistencias.

Más allá del empuje en la segunda mitad, Denver (28-40), que tuvo a siete jugadores con anotación en doble dígito, no pudo superar a un equipo que se mostró más unido que nunca.