En una Temporada Regular de ensueño, los Golden State Warriors llegaron a la impresionante cifra de 73 partidos ganados y solamente nueve perdidos. En su encuentro ante los Memphis Grizzlies, los dirigidos por Steve Kerr vapulearon a su rival por 125-104 y batieron uno de los récords más importantes en la NBA. Dicha marca la ostentaban los Chicago Bulls de Michael Jordan, Denis Rodman y Scottie Pippen en la temporada 1995/1996, donde se consagraron campeones luego de conseguir 72 triunfos sobre 82 partidos disputados en la Regular Season.

Con este abrumador triunfo ante los de David Joerger, Golden State paso a la historia como la franquicia que logro lo que nadie nunca había estado cerca de hacer, destronar a los Bulls de, nada más y nada menos, Michael Jordan. De esta manera, los Warriors, firmes candidatos a coronarse bicampeones, se han convertido en, posiblemente, uno de las mejores franquicias que haya visto la NBA.

En el inicio de temporada, Golden State demostró que este nuevo año no estaba para cosas pequeñas. De arranque batió el récord de mejor inicio de la temporada que pertenecía a los Houston Rockets (1993-94) y Washington Capitols (1948-49) con 15 victorias consecutivas. Los Warriors llegaron a 24.
También rompieron el de mayor racha invicta de local (54 en el Oracle Arena entre dos temporadas regulares desde el 31 de enero de 2015 hasta el 1 de abril de 2016).

Párrafo aparte para Stephen Curry, quien, como de costumbre, fue la figura y goleador del encuentro con un total de 46 puntos, firmando 26 en el último cuarto.
Steph, con 10 tiros de tres ante Memphis, llego a la soñada cifra de 402 triples en una sola temporada regular. A su vez, igualó el récord de mayor cantidad de triples anotados en un solo partido (12), el cual pertenecía Kobe Bryant de Los Ángeles Lakers (2003) y a Donyell Marshall (2005) de los Toronto Raptors.

Si bien el gran objetivo que se habían planteado los Warriors era superar este histórico récord, ahora es cuando empezará el verdadero desafío: tras finalizar primeros en la Conferencia Oeste, la mira ahora estará puesta en los Playoffs, donde deberán verse las caras ante los Houston Rockets, que obtuvieron el último boleto a la instancia decisiva de la NBA. El primer encuentro será el próximo sábado en el Oracle Arena.