Una vez más, se vio un gran espectáculo de basquetball. Esta ocasión en Florida, Miami quiso revertir las dos derrotas consecutivas pero la visita reafirmó su buen momento en la serie.

Pareciera que Charlotte encontró tras sus primeras caídas la manera de dominar el sistema nervioso de su rival. Vaya coincidencia que el Heat se atemorizó en los cierres  de sus últimas presentaciones. A diferencia, los del norte de California daban a entender que el guión del juego lo escribían ellos.

Como era de esperar, el local tomo la iniciativa y aprovechó los minutos más tibios del visitante.  Miami se alejaba a seis puntos. A pesar que recién habían transcurridos dos minutos, Steve Clifford detuvo las acciones con un tiempo muerto. Llamativo pero eficaz. No dudo en solucionar el despiste de su equipo y así reingresarlo con mayor enfoque. Tuvo su recompensa, Hornets aumento su volumen de juego y de a poco fue arrimándose.  A los 5' de ese periodo tomó el liderazgo y se encaminó con ventaja al cierre del cuarto.

Con la vuelta de Nicolás Batum a su formación inicial, la visita mantuvo cautivo al francés Luol Deng y de esa manera consiguieron disminuir la efectividad de tiros externos del local. Tan sólo sufrieron cinco aciertos de 18 intentos ( 1/8 en el primer cuarto), un 23. %.  

Charlotte apostó a la penetracion y a depositar la pelota debajo del canasto. El pívot, Al Jefferson se destacó en la primera mitad con 10 puntos y cinco rebotes. Además, Marvín Williams acompañó con nueve tantos, cinco atrapes y tres robos. 

El Heat se aferraba a su jugador franquicia, Dwyane Wade con 14 unidades y tres asistencias. A él se le sumó Hassan Whiteside con seis anotaciones y ocho rebotes. El partido seguía parejo, ninguno regalaba nada. Esto se reflejó en el tanteador, Charlotte se iba con diferencia de dos. (49-47)

A Miami le costó muchísimo pasar a manejar el resultado. Charlotte siempre se veía seguro, no mostraba ningun síntoma. A mitad del tercer cuarto logró quebrar el trámite con una seguidilla de conversiones del escolta,Dwyane Wade que redondeo a 25 puntos sus números en la segunda parte. El Heat sostuvo una diferencia de cinco tantos y después de dos períodos se fue con ventaja.

El último acto es el más importante,al igual que el quinto juego de la serie, según las estadisticas, el vencedor del quinto, en un 82 % se queda con la llave. 

Como mencioné al principio, Charlotte pareciera que habría encontrado el punto débil de su adversario, la manera de agotarlo mentalmente. 

  • Miami lideró la mayor parte del cuarto pero los Hornets estaban siempre a una posesión y esto generó dudas en el local que a falta de segundos, se desmoronó. Ganaban por tres, el base Jeremy Lin recorto a uno y tras una mala ofensiva de Dwyane Wade las posibilidades eran nuevamente para la visita. 

Kemba Walker tomó la ofensiva y lanzó un triple que pegó en el aro y  salió. La pelota se suspendió en el aire y  como si fuera un dejabu o un replay, Courtney Lee volvió atrapar un rebote fundamental. No sólo se quedó con la bola sino que con un giro veloz madrugó a todos y encestó un triple a falta de menos de 10 segundos. El Heat no pudo anotar y por tercera vez consecutiva, Charlotte celebra. 

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