Cuando una puerta se cierra, se abre una ventana. Con una floja actuación de Stephen Curry y Klay Thompson (entre ambos convirtieron 20 puntos), los suplentes de los Golden State Warriors se las arreglaron para que su equipo derrote a los Cleveland Cavaliers por 104-89 y pase a dominar la serie 1-0 de Las Finales de la NBA. La banca de los campeones aportó 45 puntos, mientras que la de la visita apenas 10.

El australiano Andrew Bogut fue piza clave para los primeros minutos del partido. Con grandes apariciones en la pintura del pívot, más el primer triple de Curry, los Warriors pegaron fuerte y se pusieron arriba por cinco (14-9). La defensa local era impenetrable para los Cavs, que aun así debieron depender de la técnica de LeBron James para que el resultado no sea más amplio y terminaran el primer cuarto perdiendo por cuatro (28-24).

Cuando Steve Kerr mando al campo a Shaun Livingston, Festus Ezeli y Leandro Barbosa, la diferencia fue más que superior. Los tres se combinaron para que los Warriors pasaran a ganar por más de 10 puntos, mientras que Cleveland debió escudarse en Kevin Love y sus triples. Finalmente se fueron al descanso con una clara y justa ventaja de nueve (52-43) para el local.

Luego del entretiempo, Golden State estaba apagado y ni Curry ni Thompson lograban meterse en el partido. Los Cavs aprovecharon y descontaron varios puntos, pero nuevamente los suplentes tenían la mano caliente y dejaron a su equipo arriba por seis (74-68) al cabo del tercer período.

La banca volvió a marcar el rumbo del partido en el último cuarto, y la diferencia ya era de 20. Si bien los de Tyronn Lue llegaron a ponerse a 11, fue ahí cuando los Splash Brothers se encendieron: triples de Curry y Thompson para cerrar una estupenda victoria ante un equipo siempre complicado como Cleveland.

El próximo encuentro será el domingo a las 21:00 hora Argentina en el Oracle Arena.