España superó a Australia por 89 a 88 y se consagró, tras obtener la medalla de bronce, como el mejor tercer equipo de baloncesto en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

Fue un partido de lo más ajustado que ni siquiera en las instancias finales tenía dueño. Si bien comenzó de manera trastabillada para ambos seleccionados, poco a poco los errores que presentaban en el extremo defensivo se fueron perfeccionando, al punto de dar muestra de su consciencia en el juego. El primer cuarto (23-17) fue una ida y vuelta de intensidades, con Mirotic y Gasol como principales referentes, al anotar ocho unidades cada uno. España no perdonó las escasas variantes de Australia, que seguía a un ritmo golpeado. De la mano de Mirotic, Claver, Gasol y Reyes, el daño al seleccionado contrincante se extendió a doce tantos. Pero los europeos se confiaron. Los de Lemains aún no habían dado el brazo a torcer, por lo que Mills tomó el liderazgo y clavó un triple que obligó a los suyos a despertar. Australia dejó en claro que iba en busca de cumplir con su sueño olímpico, por lo que su eficacia superó la de España y con buenos pasajes de Andersen, sólo dos puntos los separaban en el tanteador.

La segunda mitad fue más bien polémica. Se trató de un partido muy trabado, por lo que los jueces tampoco se veían favorecidos al momento de fallar. Sin más, Dellavedova hizo de lo suyo, y tras su anotación, los oceánicos pasaron al frente. Mills y Motum se encargaron de ponerse los tiros de campo al hombro, mientras que del lado defensivo, sufrían el intenso trabajo de Gasol. La intensidad en el campo de juego ya se olía. La medalla de bronce estaba en disputa y nadie iba a dejar un margen de error. Los líderes seguían siendo los mismos, tanto Gasol como Motum. Pero una falta de Baynes generó mayor expectativa, ya que su infracción sobre el español Gasol a falta de 30 segundos, hizo que éste convirtiera. Pero luego, a 10 segundos del final, Baynes nuevamente se llevó las miradas y elevó el marcador a 88 – 87. El dilema vendría después. Una falta de Mills que podría no haberse cobrado y estaba bien dado que el contacto fue ínfimo, fue computada, lo que generó revuelo en los oceánicos. Al final, Chacho Rodríguez convirtió desde la línea y España celebró su victoria.

Pau Gasol fue la máxima figura del partido con 31 puntos y 11 rebotes, mientras del lado rival, Mills concluyó con 30 unidades.