Desde 1994 que Echague de Paraná no decía presente en un partido oficial de Liga Nacional de Básquet. Y, 22 años después, este sábado 25 de septiembre lo volvió a hacer. En el único encuentro de la noche, el cuadro entrerriano no sólo recibió a Libertad de Súnchales, sino que también lo venció 83-81 en un juego plagado de emociones.

La previa se vivió con muchísima felicidad. La aparición del equipo de Diego Maffei en la máxima categoría del básquetbol argentino despertó una gran atracción en Paraná y por eso el estadio se vio con muchísima gente deseosa de ver básquet.

En cuanto al juego, el comienzo se vio plagado de nervios y bronca. Echague no sólo que estuvo con la mano temblorosa por lo que generó el debut, sino que a lo largo del primer parcial no mostró una buena defensa y esto lo aprovechó el Aurinegro para tomar ventaja. Liderado por Vildoza y Vega, el conjunto de Facundo Müller se puso 24-15.

Allí fue cuando el debutante entendió que la marca es algo fundamental no sólo en este deporte sino en la liga en sí. Por eso el trabajo defensivo paso a ser férreo y Libertad se vio sorprendido. La zona atrás se complementó con lanzamientos certeros en ataque, sobre todo del ala pívot Sebastián Uranga (figura del partido con 27 puntos y 8 rebotes) para que Echague vaya al descanso arriba 44-35.

A partir de esa remontada ante uno de los rivales más poderosos que mostró el norte en la temporada 2015/2016, el dueño de casa se ilusionó con un buen andar en el certamen actual. Motivado por la racha, el local se empezó a soltar en la ofensiva e intercambió golpes con la visita. En un juego de muchísimo goleo en transición, fue Matías Nocedal la principal carta de Echague para que el equipo tome una ventaja máxima de 13 aunque esta luego se achicó a 8 (64-56).

El último cuarto le dejó otra enseñanza al debutante: nunca creer que un partido está ganado antes del final del partido. Libertad rápidamente salió con todo a la cancha con Vildoza, Aloatti y Vega para remontar y pasar al frente. Así el estadio se llenó de nerviosismo, pero Carlos Buemo fue quien le dio la felicidad definitiva al público paranaense. Con nueve puntos consecutivos, el jugador ex Sionista dio el golpe definitivo para vencer 83-81.