Cualquier persona que hubiese tenido la oportunidad de ver la actuación de Facundo Campazzo en la jornada de ayer contra el Joventut, hubiera dicho que se trataría de una obra majestuosa, tal vez irrepetible. Sin embargo, este base dinámico, inquieto y que se torna intolerable para aquellos que padecen su marca a presión, siempre tiene un as bajo la manga y no tiene problemas en cristalizarlo. 

Es de destacar que el exbase de Peñarol tuvo una performance similar contra Brasil en los Juegos Olímpicos, convirtiendo dos misiles desde el área de tres puntos para liquidar la ilusión brasilera. Ahora el turno fue del Joventut (ex DKV Joventut).

Facundo Campazzo, nuevamente, recibió el visto bueno de la dirigencia del equipo de Murcia para ser el base y la referencia del plantel. Hubiese sido justo que integrase el Real Madrid junto con Sergio Llul, como base suplente, pero entendió que con el Murcia puede seguir explotando y descubriendo más virtudes como para que eso rinda sus frutos en el Seleccionado Argentino.

Cuando peor la pasaba el Murcia, apareció Superman Campazzo para salvar del inframundo basquetbolístico a su escuadra. Los locales pudieron remontar una diferencia que había establecido el Joventut en los cuartos anteriores. La frutilla del postre fue cuando el cordobés tomó la pelota, hizo su clásica vueltita y lanzó la famosa flotadora o bombita que hizo enardecer y que todas las almas que concurrieron a la fortaleza del Murcia toquen el paraíso con el serafín Facundo Campazzo.

El momento exacto de la flotadora de Facundo Campazzo