El reducto de Estudiantes de Concordia siempre fue complicado de disputar. Es que el conjunto dirigido por Hernán Laginestra viene edificando esta suerte de fortaleza, en base a sacrificio, intensidad, juego en equipo y mucho hambre de gloria. No por nada ascendió del TNA a la Liga Nacional, justamente disputándole una final a su rival de hoy, San Martín de Corrientes.

Hoy los jugadores de Sebastián González tuvieron, por los menos hasta este partido, un desafío: superar una marca a presión planteada por los de Laginestra. Si bien es cierto, el primer tiempo fue del gusto y paladar de San Martín, ya que pudo desplegar toda su artillería pesada, basada en los pick and rolls perfectos de Juan Pablo Cantero con Damián Tintorelli y Jeremiah Wood que fueron claves para desestabilizar a la retaguardia defensiva de Estudiantes,el complemento fue un capítulo, un fascículo, radicalmente, diferente al del primero. ¿La razón? muy simple, la escuadra local hizo sencillo lo dificil: en base a rotación, pases y juego vistoso para el aclamado Dar Tucker, quien al igual que Javier Justiz Ferrer, fueron claves para otorgarle el triunfo a los concordenses. De hecho, la concordia, la perseverancia y la prudencia jugaron a favor de Estudiantes.

Párrafo aparte para San Martín de Corrientes que, hasta el último segundo, hizo honor al legado de su denominación. Como todo "granadero" que cree en la filosofía del club, de la comisión directiva y de los técnicos, cayeron de pie ante un enemigo que ganó por simpleza y calidad.

La estadística de ambos equipos