Desde que San Lorenzo se consagró campeón en la temporada 2015/16, el siguiente objetivo estaba más que claro: volver a Boedo y dejar de utilizar el Héctor Etchart, estadio de Ferro, como localía. En la velada del lunes, el sueño se hizo realidad y el Polideportivo Norberto Pando fue oficialmente inaugurado.

Si bien el debut debió haber sido ante Obras, varios días antes del histórico partido ante los Toronto Raptors, el Gobierno de la Ciudad no lo habilitó y la fiesta debió retrasarse. Varias semanas más tarde, los dirigidos por Julio Lamas se dieron el gusto y derrotaron a un irreconocible Bahía Basket por 72-59.

Respecto al partido, Weber fue quien comenzó mejor, mediante el tiro de Lucio Redivo y el ingreso de Martín Fernández para un parcial de 10-0 y obligar a Lamas a pedir minuto. Pese a eso, San Lorenzo seguía apagado y la visita lo aprovechó para cerrar el primer cuarto con una buena ventaja de nueve (23-14).

El ingreso de Selem Safar le dio un poco de aire al local que, con una bomba de Marcos Mata, logró ponerse a cinco, aunque Weber estaba un pequeño paso adelante. La entrada del brasileño Jerome Meyinsse le cambió la cara al Ciclón. Aunque seguían abajo en el marcador, la intensidad de Weber ya no era la misma y San Lorenzo caía por dos triples (36-30) al cabo del segundo acto.

Cinco puntos en hilera de Guillermo Díaz reactivaron el gran momento del local que pasó a ganarlo (37-36) por primera vez toda la noche. Los de Sebastián Ginóbili estaban inmersos en un mar de dudas y apenas encestaron ocho puntos (seis libres) en todo el cuarto. El tercero se cerró con una ventaja de cuatro para el Ciclón.

A siete del final, San Lorenzo cerró definitivamente la noche azulgrana con un 11-4 para irse arriba por doble digito (59-48). Bahía reaccionó nuevamente con bombas de Fernández y Redivo, pero el partidazo de Safar y Meyinsse se volcó en los minutos finales, donde San Lorenzo ganaba por 12. Santiago Scala clavó otros dos triples y terminó de sentenciar el 72-59 final.

La vuelta definitiva tuvo un final feliz y San Lorenzo se prende en lo alto de la Conferencia Sur.