El encuentro entre Golden State Warriors y Los Angeles Lakers comenzó con Green y Curry erráticos en los primeros tiros, mientras que por el otro lado, Russell anotó el primer triple en el Staples Center. La noche de viernes inició con un parcial de 8-0 púrpura y oro, que Curry con tiro de dos cortó. Los primeros minutos fueron un show de triples errados, que si bien continuaron a lo largo del primer tiempo, después la certeza se hizo presente. A una diferencia de 2, Luke Walton solicitó tiempo para ajustar la defensa Laker, extremo débil y quebrantado por Curry y Thompson. Sin más, la energía de la juventud de los angelinos se expresó con un Jordan Clarkson encendido y dañino, y con un novato Brandon Ingram inteligente, que se adueñaron del primer cuarto.

El segundo fue más de lo mismo pero con mayor precisión Warrior, pero los errores constantes no tardaron en aparecer, y fueron convertidos en puntos locales,  que lograron desestabilizar al gigante, dormido hasta entonces, del Oeste.

A poco de iniciado el último período previo al descanso, los angelinos pusieron el marcador 32-19 a su favor, obligando a Kerr a reunir fuera del parqué a los suyos. Pero la historia no varió y los Lakers se apropiaron del total del territorio, al punto de que Larry Nancr Jr., clavó el balón de manera categórica dejando a West pagando en su ausencia defensiva.

Golden State se encontraba en un estado somnoliento, del cual poco a poco se fue despertando con los Splash Brothers en la ofensiva, a la par del nuevo integrante, Kevin Durant. Pero estos nuevos Lakers no se caracterizan por dar el brazo a torcer, y a pesar de que en un minuto la diferencia de casi veinte tantos pasó a once, Swaggy con un excelente triple marcó los 60 puntos, que luego Deng con otro, confirmó, elevando a los jóvenes en lo más alto, yéndose al descanso superando a los subcampeones por una diferencia de 16 (65-49), y con un Nick Young crecido en defensa.

La segunda mitad comenzó con un tiro de Kevin Durant por dos, el cual Russell devolvió con otro igual. Para dicho entonces, los Warriors sumaban diez pérdidas de balón.  De 20 puntos diferencia, la baja de intensidad de los locales, conllevó a que se achique a 7 con Durant liderando la remontada. Pero fue Russell quien aumentó con un tiros de tres la brecha ubicando a los suyos 80-70, que Curry pudo acortar con triple pero no acertó, mientras que Young con rebote ofensivo y conversión doble, los Lakers vuelven a tomar las riendas.

Sin embargo, los Warriors hicieron que el equipo angelino caiga en falta, para que Curry achique distancia a 7 puntos, lo que se dilató en 9 tras los tiros convertidos por Ingram a raíz de otra falta. Lou Williams apareció nuevamente para los Lakers con muy buenos pasajes; cada ofensiva de Golden State fue respondida por los jóvenes vestidos de oro, no dejando de liderar en el marcador a pesar de que el rival se acercó a 11, para ingresar a la última parte. El reloj se puso 107 a 91 a falta de 5 minutos para que Larry Nace Jr., con otra clavada determine la resignación guerrera en Los Ángeles. El final fue más de ello, los locales se aprovecharon de las falencias técnicas y anímicas de Golden State para hacer y deshacer el esquema de juego de Walton.

Stephen Curry tuvo su peor partido: por primera vez, en 158 encuentros, no convirtió triples (0/10), mientras que sólo Kevin Durant perteneció al duelo con 27 tantos. En cambio, por el lado angelino, Randle (doble-doble con 20 unidades y 14 rebotes) y Williams (20 puntos, cuatro asistencias y dos rebotes) comandaron a los suyos, seguido de Russell con 17 tantos.