Durante el verano el Oklahoma City Thunder se vio forzado a rearmarse. Después de la eliminación por 4-3 a manos de Golden State en la final de conferencia del oeste, Kevin Durant no renovó en la franquicia por lo que se vio forzado a tener que traer refuerzos. Así en la noche del draft fue en busca de Domantas Sabonis y Víctor Oladipo, dejando ir a Serge Ibaka a Orlando Magic.

Cinco meses después de la transacción, el africano nacionalizado español volvió a Oklahoma. Sin resentimientos, manifestó que tiene una gran apreciación por el público Thunder y el mismo le devolvió la gratitud con muchísimos aplausos. Más allá de esto, el interno tuvo una noche tremenda, anotando 31 puntos para registrar su máxima marca en la liga y además metió cuatro tapas para que su equipo supere 119-117.

Pero eso no fue lo único que hizo. En un último cuarto que parecía no poder anotar y enfocado en la labor defensiva, metió el doble ganador frente a su ex equipo. Con 0,4 restando en el reloj, Ibaka logró encestar un doble luego de amagar un tiro y evitar el marcaje de Steven Adams. Celebrando el casi triunfo sin faltarle el respeto al dueño de casa, redondeó una gran actuación.

La última pelota de la noche pudo acabar en un suplementario. Tras registrar 41 puntos, 16 rebote y 12 asistencias para un nuevo triple-doble, Russell Westbrook recibió un pase cerca del aro, pero el apuro del reloj lo hizo precipitar en un lanzamiento fácil que no pudo ser encestado. Así su equipo quedó como tercero en el oeste, detrás de los Clippers y los Warriors.