Durante el verano estadounidense Bradley Beal fue el primero en firmar uno de los contratos excesivamente multimillonarios, acordando una firma por 122 millones de dólares a cobrar en concepto de salario durante las próximas cinco temporadas. Al comenzar la temporada, el ayuda-base de Washington se volvió el decimoquinto jugador mejor pago junto a estrellas como Whiteside, Davis y Barnes, además del criticado Chandler Parsons. Así superó la línea de lo que cobran otros que mostraron mejor en un pasado, siendo Griffin, Leonard, Irving y Paul George algunos de ellos.

A partir de esta renovación, la presión en Beal es mayor a diferencia de otros momentos y su temporada no venía justificando lo invertido. Anotaba por debajo de los 20 puntos por partido (cifra que promedia Durant en Golden State por ejemplo) y no brillaba en ningún otro rubro más allá de su 0,6 en robos por partido.

Sin embargo, este lunes por la noche pareció indicar que Beal empezó a mostrar lo que el público espera en la capital estadounidense. Frente a un equipo joven, en reconstrucción, como Phoenix, el perimetral explotó con 42 puntos para su flojo equipo lo supere por 106-101.

Al igual que a lo largo de la temporada, el punto fuerte de Beal pasó por la anotación, pero no en otro rubro (cuatro rebotes, una pérdida y dos faltas complementaron sus 40 minutos en cancha). El escolta consiguió su bestial suma anotadora con una gran noche desde lejos: 5-10 en triples. Además tuvo un gran encare para forzar faltas -sumó nueve puntos desde la línea de libres-. Esto ayudó a un Washington que también tuvo puntos sólidos en Gortat (10 puntos y 13 rebotes) y Wall (18 unidades -6/24 de campo-, 15 asistencias, cuatro robos y tres bloqueos).

Beal sumó 16 de sus 42 puntos en el partido durante el partido en el último cuarto, aunque cuando quedaron dos minutos no pudo mantener su consistencia. John Wall igualó el juego en 101 con un rebote ofensivo y bandeja que acabó en And 1 convertido para pasar al frente. En la siguiente defensa el base desplegó un gran marcaje para que la jugada acabe en un triple errado de Dudley y del otro lado clavó un lanzamiento a media distancia para acabar con las aspiraciones de la visita.