Atlanta tuvo su martes 13 un martes 23 de noviembre. El equipo de Budelhonzer venía firme, con ganas de pelearle el cetro del este a Cleveland y en la noche tenía una buena chance de seguirse arrimando frente a Nueva Orleans, uno de los equipos más débiles que tiene el oeste. Sin embarg, todo salió mal para el dueño de casa que terminó vencido por 112-94.

Un dato sorprendente para el triunfo sorpresivo Pelican fue la participación de Anthony Davis. El ala-pívot es la gran estrella del equipo y la verdadera razón por la que gana algunos partidos. Sin embargo, una lesión en la rodilla en el primer cuarto lo marginó de la acción en gran parte de la noche. Si bien en la última docena de minutos volvió para cerrar una planilla de 13 puntos y tres tapas, sorprende que el triunfo haya sido sin la superestrella ante un rival duro.

Sin duda alguna el efecto de la vuelta de Jrue Holiday -quien volvió a jugar hace unos días luego de estar ausente por cuidar a su esposa que tiene cáncer- tiene una carga muy positiva en el equipo que dirige Alvin Gentry. El combinado de Nueva Orleans está más solidario en ambos lados de la cancha y por eso pudo mantener un 52,3% de campo.

La actuación se vio liderada por Tim Frazier, quien registró un doble-doble notable con 21 puntos y 14 asistencias. En tanto hubo otros cinco jugadores en doble dígito anotar: además de Davis, Moore anotó 15, Jones 17, Holiday 15 y Hill 11.

Así el equipo sorprendió a un local que tuvo a Bazemore (un punto) y Howard (ocho unidades y seis rebotes) lejos de los registros habituales. A Atlanta le faltó punch en los momentos claves del partido, más allá de los 14 puntos de Korver y Schroder, además de los 10 desde el banco de Hardaway, Delaney y Prince.