Todos los equipos de la NBA tienen noches de todo tipo durante una temporada. De acuerdo al nivel del conjunto, varía la consistencia de buenas o malas. Pero cuando llega el final, todos cuentan en su haber un lindo recuerdo, juegos sólidos, otros no tan positivos y juegos para el olvido.

Este lunes por la noche le tocó a Golden State, y más precisamente a Klay Thompson, tener ese juego inolvidable para las casi veinte mil personas presentes en el Oracle Arena. El equipo de Steve Kerr tuvo un juego histórico, y su ayuda-base aportó 60 puntos para superar a Indiana por 142-106.

Después de unos primeros minutos en donde todo venía normal (16-15 con buen nivel por parte de ambos equipos), todos empezaron a mirar de reojo a Thompson. Con un triple y dos buenos lanzamientos de media distancia, calladito llevaba siete puntos sin errar un intento de campo. Pero de a poco Indiana se fue quedando por el lógico recambio de todo juego y ahí estaba Klay, acertando bandejas y lanzamientos de media distancia para cerrar su paso por el primer cuarto con 17 puntos en poco más de nueve minutos. Una volcada de Durant le dio la ventaja al local 38-27.

Los iniciales tres minutos del segundo período fueron sin Thompson y tampoco dieron señales de algo histórico. Stuckey anotó cinco puntos en la visita, mientras que West aportó cuatro para el local. El tema fue cuando quedando 9:10 volvió Thompson (44-36).

Justo en ese momento los Pacers tuvieron un momento de sequía, y tras dos dobles, Thompson se animó desde lejos. El ayuda-base clavó tres triples para desatar misma cantidad de rugidos y el público empezó a caer en lo que pasaba. El ‘11’ de los Warriors llevaba 30 puntos en la mitad del segundo cuarto. Con el público bien metido en la noche del ayuda-base, el jugador siguió metiendo cada tiro que tuvo hasta llegar a 40 unidades en una mitad. Este fue un magnífico aporte para que Golden State lidere ¡80-50 a Indiana al descanso!

Con la historia prácticamente sentenciada, Kerr fue inteligente, pensó en el resto de la temporada y dejó a Thompson en cancha durante todo el tercer cuarto para luego sacarlo en el último. Allí Klay volvió a encajar 20 unidades (3-6 en dobles; 3-5 en triples; 5-6 en tiros libres) para cerrar una noche histórica con 60 puntos.

Esta producción no sólo fue para el recuerdo de él, sino también para la NBA ya que fue el único jugador que a lo largo de los años logró los 60 por debajo de 30 minutos (29:03 en cancha). Su planilla cerró con 21-33 de campo; 8-14 en triples; 10-11 en tiros libres.

En lo que respectó al resto del juego, Indiana se mostró desmoronada ante una total superioridad Warrior. Ambos equipos cerraron el encuentro con sus suplentes para un triunfo del elenco californiano por 140-106.