En una noche que comenzó con una lluvia de abucheos de los hinchas de Atlanta para con Al Horford, Celtics y Hawks bridaron un espectáculo que terminó definiéndose en el segundo final.

El propio Thomas brindó 28 puntos, mientras que el canadiense Kelly Olynyk 26 y Jae Crowder 18 y 9 rebotes. En los locales, Paul Millsap y Tim Hardaway finalizaron con 23 unidades cada uno.

Con un inicio prometedor, Crowder convirtió un triple, pero Boston tardó casi cuatro minutos en encestar otro tiro, permitiendo que Atlanta pasara al frente (7-3). Lugo de ello, una ráfaga de lanzamientos hizo que la visita pasara el frente y cerrara el primer acto con una ventaja de 10 (28-18).

En la segunda manga, los Celtics seguían dominando, pero los Hawks comenzaban a aparecer seriamente en el partido. Thomas estaba apagado, mientras que Mike Budenholzer rotaba el equipo y rápidamente igualaba el arcador en 42. Boston tendrían un último buen pasaje y se irían al descanso con un 48-44 favorable a los de blanco.

El inicio del complemento trajo la mejor versión de los Celtics: defendieron y atacaron con total autoridad y de ganar por cuatro pasaron a hacerlo por 17. Atlanta recortaría un poco la diferencia, pero el cuarto final arrancaría con 78-65 para Boston.

Relajados y dando por sentado la victoria, los Celtics aflojaron el ritmo y Atlanta sacó provecho para ponerse a solamente seis puntos, a falta de 4:25. Con varios triples y penetrando la defensa con demasiada facilidad, los Hawks quedaron abajo por dos. Nerviosos por la arremetida del rival, en Boston solo Thomas era la luz de esperanza para cerrar el partido, y así fue: con el 101 iguales en el tablero, el base tomó el balón y, con un tiro en suspensión, encestó el doble final para concretar un partido en el que tuvieron que trabajar más de la cuenta.

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