La llegada de Kevin Durant a Golden State cambió la forma de jugar de Stephen Curry y Klay Thompson. Después de dos años dorados, en el que fueron campeones y luego no pudieron consagrarse en la final tras un favorable 3-1, los perimetrales de los Warriors se vieron forzados a tener que tomar menos lanzamientos a lo largo de los partidos. Así bajaron sus promedios de puntos por encuentro, que habían sido los más altos en la temporada 2015-2016. Steph fue de 30,1 a 25,3 unidades por juego, mientras que Klay tuvo una menor caída de 22,1 a 21,3.

Después de una primera mitad de temporada, en la que los perimetrales debieron padecer una adaptación de roles en pos de que el equipo ensamble, las cosas empiezan a cambiar en Oakland. Si bien Durant es consciente de su enorme capacidad anotadora, también entiende que los Splash Brothers tienen un lanzamiento de larga distancia (inclusive más allá de un paso detrás de la línea de tres puntos) matadora. Y esto quedó en claro este miércoles, cuando el conjunto del oeste venció por 126-111 a Charlotte.

Los bases combinaron 17 triples en 25 intentos para acertar 68 de los 126 puntos de Golden State, es decir más de la mitad de los puntos. Stephen Curry encajó seis bombazos en el primer cuarto para que Golden State abra el juego con un notable 41-21, mientras que luego le sumó cinco en los siguientes dos cuartos para sumar 33 de sus 39 puntos desde lejos en la noche.  Por su parte, Klay Thompson también disputó los primeros tres cuartos en los que metió 6-10 de triples para 18 de sus 29 unidades.

Golden State no sólo tuvo a sus tiradores encendidos en el juego, sino también que tuvo un gran despliegue asistidor. Tanto Kevin Durant (que firmó una planilla con 18 puntos y ocho rebotes) como Curry y Thompson repartieron ocho asistencias para un gran movimiento de pelota que mantuvo a la visita en constante posición desfavorable.

Defensivamente Golden State también fue matador. Mientras sus titulares jugaron, lograron un parcial de 108-83 en los primeros tres cuartos y en mucho de esto tuvieron que ver los internos. Mientras que Kemba Walker estuvo muy flojo en la anotación (13 tantos), Draymond Green y JaVale McGee marcaron el ritmo en la pintura con cuatro tapas cada uno.

Así Golden State llegó a su 42° triunfo en la temporada (42-7). El líder del oeste enfrentará este jueves por la noche (madrugada argentina, 00:30) a los Clippers en Los Ángeles. Vale la pena recordar que los dirigidos por Doc Rivers llegan al encuentro sin su base estrella, Chris Paul, quien está lesionado.