Manhattan: la ciudad de los rascacielos imponentes. La cuna del básquet callejero donde muchos se insertan para evadir el tenebroso mundo de las drogas. La cultura cosmopolita es la especialidad de la casa. Dos puentes colgantes unen el sentimiento del turismo y el placer por viajar. En esta belleza paisajística emergió un jugador, quien no sólo quedó en los anaqueles de la historia de los equipos argentinos ya extintos como River Plate y Ben Hur de Rafaela, sino que su apellido aparece escrito en el libro de oro de la universidad de Manhattan: se trata de Durelle Brown.

"Me encantó jugar en Argentina por la competitividad de la Liga Nacional"asegura felizmente. Consultado sobre su paso por River Plate en el TNA, afirmó: "River Plate es mi orgullo, fue un enorme placer haber integrado ese equipo. Yo recuerdo que el único equipo que nos venció, en dos ocasiones, fue Tucumán BB". Aprovechando el guiño a una de las plantillas emblemáticas del norte argentino y de la historia de Tucumán, dijo que en esa temporada perdieron únicamente 9 juegos. En el básquetbol eso es prácticamente una quimera o, mejor dicho, una utopía.

La gira por el norte argentino también incluyó la ciudad de Santiago del Estero. ¿La razón? Quimsa se consagró campeón de la edición 2014/2015 de la Liga Nacional. Con respecto a eso, Durelle Brown comentó: "Me gustaba ganarle a Quimsa por la cantidad de fanáticos que concurrían al estadio y eso, sin dudas, hacía que el juego fuera más divertido".

En su mente se entrecruzan diversidades indescriptibles de hechos basquetbolísticos. La alegría y la nostalgia se "reúnen" para tomar partido en la conversación. En ese instante veloz, recuerda sus años como universitario en el Manhattan College. "Mi paso por la universidad es algo que voy a llevar siempre en mi corazón por que me brindó dos cosas importantes: la amistad y el conocimiento", narró con emoción. ¡Y como broche de oro! Fue elegido para formar parte del Salón de la Fama de Manhattan (Hall of Fame, en inglés). "Cuando me enteré de que iba a estar en el Salón de la Fama de mi universidad, fue algo increíble. En ese momento, me quedé sin palabras. Luego en el Facebook recibí muchas felicitaciones de amigos y también de fanáticos del básquet de Brasil y Argentina", detalló el protagonista.

En estos momentos, Durelle Brown se encuentra trabajando en un campus de básquetbol. Allí enseña a los más pequeños las técnicas de este deporte y les transmite lo más importante: la pasión. En cuanto a sus preferencias personales, Durelle es un especialista en medios de comunicación social: "Me atrapa el mundo de la televisión y el broadcasting (radiodifusión)", contó.

Durelle es un ejemplo de que la pasión no entiende de diferencias culturales. El básquetbol y la comunicación están unidos por un cordón inquebrantable e irrompible. Ambos pueden ser motivo de unidad en el presente y en el futuro.

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