La bandeja que ensayó en el aire Juan Ignacio Brussino dejó a todos los fanáticos del Turco atónitos y boquiabiertos porque, hasta ese momento, desconocían como se iba a dar el desenlace del juego. Una buena defensa sobre Jeremiah Massey hizo que la ofensiva santiagueña perdiera segundos y que el norteamericano nacionalizado macedonio le entregara ese fierro caliente al base suplente de Nicolás De Los Santos que finalmente no pudo anotar. La angustia, la expectativa y la incertidumbre son hijas directas del efecto sorpresa y las cosas impensadas que suelen suceder en un deporte tan disputado como el básquet.
El cierre del juego dejó varias cosas para analizar: 1) Argentino de Junín deberá mejorar en los cierres de juego 2) No se puede desperdiciar tantas chances ni siquiera es perdonable la falta de efectividad 3) Eso conllevó a dar terceras oportunidades al rival 4) Este contexto benefició a Quimsa que se agrandó psicológicamente 5) Roberto Acuña y Jeremiah Massey estuvieron intratables 6) La marca de los juninenses fue lamentable en el segundo tiempo 7) La experiencia volvió a ser la piedra angular de la victoria del conjunto local mediante las apariciones de Juan Cangelosi y de Junior Cequeira. Estos son algunos parámetros que arrojó el encuentro y que permite desmenuzar las causas y consecuencias del resultado final.
Los dirigidos por Chiche Japez sostuvieron un gran primer tiempo, a tal punto que lograron una máxima de 22 puntos (47 a 25 durante el segundo tiempo). Quimsa estaba a merced de toda eclosión, permanecía endeble, prácticamente tirado en la lona sin ningún tipo de reacción, no había ayuda de nada. Hasta que el tercer cuarto significó el cielo para los jugadores santiagueños que concretaron la levantada a través de Roberto Acuña (marcó 11 unidades) y el showman Massey con 18 puntos.
Para la Fusión, esto significó todo un desafío porque el partido que perdió contra San Martín de Corrientes fue una herida mortal e hizo mella en el aspecto psicológico del equipo. En Junín, era el momento para sacar a relucir la valentía y el volúmen de juego para cuestionar el liderazgo en el marcador de Argentino.
Suele ser un cliché, pero el partido que se jugó en la jornada de ayer estaba para cualquiera. Ambos protagonistas del cotejo tuvieron muchos errores durante el desarrollo del juego, sin embargo en este caso Quimsa no aprovechó las circunstancias del partido para pasar al frente porque se topó con una buena defensa del rival. Dos tapas claves de Bortolín y un error de Sebastián Vega condicionaron al equipo y motivó a que la escuadra local ponga la pelota en el freezer.
Párrafo aparte para el triple de Massey que marcó el empate y enarboló el silencio de tumba en el estadio del Turco. A pesar de eso, a Argentino no le tembló el pulso para culminar el juego por uno arriba y aguantar el resultado, mediante una defensa apremiante y abrumadora.
Para los juninenses era clave ganar y lo lograron. En Quimsa, hay varios interrogantes: ¿Cómo se reemplazan las ausencias de Leonel Schattmann y Novar Gadson? ¿el flojo rendimiento de Torin Francis hace pensar en que el equipo debe contar con un pivot para el recambio aparte de contar con Acuña? ¿En que medida influyó la derrota ante San Martín de Corrientes? ¿Cuáles son los caminos que deberá sortear Quimsa para volver a la senda de la regularidad?. El lado positivo es que los dirigidos por Santander demostraron agallas y los ánimos revitalizados a pesar de la adversidad. El desafío será prolongar esto, hacerlo consistente y permanente en el tiempo. Este objetivo será muy interesante para un amante de la psicología deportiva como lo es Silvio Santander.