El Río de La Plata los separa. El mate es motivo de discusión entre un uruguayo y un argentino en una habitación, previo a un partido muy importante. Largas horas de concentración permiten conocerse uno a otro, a tal punto que cuando ambos saltan a la cancha parecen siameses del básquetbol: la misma pasión, la misma garra, la tozudez para buscar el hambre de gloria y la suficiente convicción para dar origen a una raza de jugadores insaciables que buscan darle la alegría que se merece a su público fiel. Tal vez haya sido la última función pero esas horas de largas charlas, Playstation de por medio y la hermandad a flor de piel no tienen precio.

Esas apenas fueron unas líneas para describir el crisol basquetbolístico que conforman ambos países. Identidades diversas, es cierto pero que, intrinsecamente, se asemejan. No hubiese sido descabellado, y tal vez apelando a una suerte de historia contrafáctica, que si no hubiese existido un tal José Gervasio Artigas en la Banda Oriental (actual Uruguay) estos países hubiesen estado en la misma geografía. Pero, en este caso, el deporte los une y para los uruguayos fue una ganancia tremenda, ya que la Liga Nacional representó un trampolín para los orientales en su afán por irse a Europa.

A la hora de hacer un recuento de todos los Charrúas que pasaron por la Liga Nacional, basta con mencionar a los más contemporáneos: Mathías Calfani, Luciano Parodi, Gustavo Panchi Barrera, Mauricio Pica Aguiar, Sebastián Vázquez, Santiago Pepo Vidal, Bruno Fitipaldo y Leandro García Morales. Un poco más atrás en el tiempo, estuvieron Esteban Batista, Martín Osimani y Marcos Cabot.

Si bien es cierto en los anteriores párrafos se ha mencionado únicamente algunos nombres de la vasta historia de Uruguay en el básquet, la intención del autor es centrarse en jugadores que lograron superar las latitudes sudamericanas:

. Esteban Batista  (mide 2.08 mts) se ubica en la primera posición por trayectoria y porque pasó por diversos equipos de Europa tales como Panathinaikos, Caja Laboral Baskonia, Fuenlabrada y una importante experiencia en la Euroliga. Esto fue apenas el comienzo de todo porque el exuberante pivot saltó a la NBA de la mano de Atlanta Hawks y luego incursionó por las filas de Boston Celtics sin los resultados que esperaba. En la temporada 2009/2010, Batista vistió la camiseta de Libertad de Sunchales cuyos compañeros eran Pablo Moldú, Sebastián Ginóbili, Alejandro Zilli, entre otros. El estilo de juego de este interno es grandioso porque domina la pintura como ninguno, tiene sorpresa y maneja muchos fundamentos ya sean fintas (amagues) y engaños constantes. Es un tremendo reboteador por eso en Europa tuvo un promedio de 25 puntos y 13 rebotes, siendo así un animal en la zona interna y erigiéndose en el MVP de la Euroliga en 2008.

-Bruno Fitipaldo  (mide 1,83 mts) es otro de los jugadores dignos de destacar en las vitrinas uruguayas. El base la descoció en Malvin y eso le valió su pronto fichaje en Obras Basket. Allí compartió equipo con Mauricio Aguiar y tuvo una gran temporada desde el nivel personal ya que ratificó lo que vino haciendo y perfeccionó su manera de administrar el balón, las variantes y una triple amenaza constante ya que podía asistir, tirar o penetrar hacia el aro para una descarga o para atraer marcas y así generarle espacios a los compañeros. Una vez que culminó la temporada 2014-2015, Fitipaldo optó por irse al L´Orlandina de Italia. Luego tuvo la inmensa oportunidad de pasar al Galatasaray donde reemplazó a Justin Dentmon. Sin dudas que su buen promedio en Italia (15.0 puntos y 7.5 asistencias) fue la puerta de acceso para debutar en la Euroliga.

 

 Mathías Calfani: El ala pívot logró varios títulos en la Liga Nacional y a nivel continental con el Super San Lorenzo de Marcelo Tinelli. Su buen rendimiento en el Preolímpico que se desarrolló en México hizo que el básquet argentino posara sus ojos en él. A pesar de que no sea un histórico, es un jugador que puede pegar el salto a Europa si se lo propone. Por el momento, Calfani es uno de los baluartes de la actual Selección Uruguaya junto a Fitipaldo, Granger, Batista y Parodi. 

Si bien es cierto es un jugador que puede anotar puntos, también se siente cómodo haciendo el juego sucio y ayudando al equipo cuando más lo necesite. En otras palabras, es un jugador de rol muy interesante.

Las mejores jugadas de Esteban Batista

Perlitas de Bruno Fitipaldo

Mathias Calfani y su apogeo en San Lorenzo