Oklahoma City Thunder se recuperó en casa y se mantiene vivo en la serie después de vencer 120- 108 a Portland Trail Blazers, gracias a una buena labor de su referente: Rusell Westbrook.
Fue un encuentro que parecía mostrar un trámite anotador bajo y parejo, puesto que entre ambos equipos habían cosechado 88 puntos. 49-39 favorable a Oklahoma.
En la segunda mitad todo cambió. Las ofensivas fluyeron sobre las defensas y las impresiones, y ese tipo de juego sirvió para que Portland achicara la diferencia a cuatro (86-82), al ganar el tercer periodo 43-37.
Los 10 minutos finales pertenecieron al Thunder, que amparado en la figura de Westbrook se impuso con cierta holgura (34-26), sellando el definitivo 120-108.
Esta vez Westbrook no completó su ya habitual triple-doble, aunque sí registró doble dígito en dos apartados estadísticos. El base convirtió 33 puntos y repartió 11 asistencias.
A diferencia de la jornada anterior, estuvo mejor en cuanto a la efectividad de sus lanzamientos, ya que necesitó 22 tiros para lograr esa faena anotadora. Además, encestó cuatro triples en seis intentos y solo falló un libre de los ocho que dispuso.
En cuanto a Paul George, anotó 22 tantos. Sin embargo, apenas sumó en tres de los 16 tiros de campo que realizó, pero sí fue objeto de muchas faltas por parte del rival, lo cual le permitió pararse 17 veces en la raya de castigo, lugar desde el cual encestó 14.
Jerami Grant y Dennis Schroeder los secundaron con 18 y 17 unidades, respectivamente, aunque el alemán influyó en varios apartados de la cancha, con seis pases gol y par de robos.
En el cuadro derrotado, no bastaron los 32 puntos hechos por Damian Lillard, quien junto a CJ McCollum conformaron un latente peligro para la defensiva de OKC.
McCollum anotó 21, capturó siete rebotes y dio igual número de asistencias. Mientras que el turco Enes Kanter lució en la pintura con 19 contables.
La serie de Playoffs en la NBA continúa en este domingo en la misma cancha, el Chesapeake Energy Arena, donde el local buscará igualar las acciones, y el visitante querrá poner en jaque a su oponente.