En el United Center este lunes estaba pactado una reunión entre dos equipos que están en dos polos totalmente diferentes. Por un lado, está el local Chicago Bulls, que no tuvo un buen comienzo de año y está en proceso de reconstrucción. Del otro lado, Houston Rockets es un equipo protagonista hace varias campañas del camino al título. Este año, con refuerzo que le suman jerarquía, lo han ubicado en el segundo lugar de la tabla del Oeste.

El partido fue en varios lapsos momentos de una franquicia y por momentos de otra. Promediando la primera mitad, ya se sabía que la escuadra que se equivocaba menos ganaba. Houston, con un arsenal de jugadores de diferentes características, resolvió mejor el juego y se lo llevó 116 a 107.

La trabajada victoria tuvo mucho que el base Chris Paul, quien ante la ausencia de James Harden, ha tomado el mando del equipo. Anoche encestó 24 puntos, repartió nueve asistencias y tomó ocho rebotes. Eric Gordon, habitual sexto hombre del equipo, se mantiene como titular ante la falta del Barba y se coló entre los goleadores al sumar 24 tantos, nueve pases gol y seis rebotes. Gerald Green (22), Trevor Ariza (18) y Clint Capela (15 y 16 reb.) fueron los demás integrantes del equipo que tuvieron una buena actuación.

En los Bulls los jóvenes jugadores siguen madurando. Bobby Portis terminó con 22 unidades desde el banco. Luego Denzel Valentine y Kris Dunn acompañaron con 19 cada uno, y por último el finlandés Lauri Markkanen finalizó con 16 unidades y ocho tableros.

Los Rockets, segundos con un récord 28-11, partirán a su casa donde mañana esperan la visita de Portland Trail Blazers. Chicago, por otra parte, está décimo tercero con una marca 14-27 y buscará salir de la mala racha cuando este miércoles visite a New York Knicks.