En un nuevo viernes de NBA, San Antonio Spurs no logró salir de la mala racha y ahora contienen cuatro caídas seguidas con la que se llevaron anoche del Pepsi Center ante Denver Nuggets por 122 a 119.

El partido jamás estuvo disparejo pero sin embargo San Antonio nunca logró resolver las complicaciones que le generaba el serbio Nikola Jokic en la pintura, quien acabó con 28 unidades, 11 asistencias y 11 rebotes, logrando su tercer triple-doble consecutivo.

Además, los otros tres internos del equipo también culminaron con doble dígito, generando grandes interrogantes para Gregg Popovich para la zona pintada. Wilson Chandler, compañero de fórmula de Jokic, finalizó con 18 unidades y 16 rebotes, mientras que en el banco Mason Plumlee y Trey Lyles ayudaron con 12 y 11 tantos, respectivamente. Como si fuera poco, el pequeño Will Barton también agrandó más la sangría con otros 15 desde la base.

En el lado texano, se puede concluir que no hizo una mala actuación en el aspecto ofensivo, donde LaMarcus Aldridge sobresalió con 38 puntos, el australiano Patty Mills acompañó con 21 tantos (4-7 T3), y Tony Parker, Pau Gasol y Dejounte Murray aportaron 12 cada uno. Sin lugar a dudas el factor clave fue la defensa, un asterisco que no generaba problemas hasta hace algunas temporada para los Spurs.

El argentino Emanuel Ginóbili no tuvo una noche eficaz y apenas obtuvo tres puntos (1-4 T2, 0-2 T3 y 1-2 TL), 1 rebote, una asistencias, una pérdida y dos faltas personales en 20 minutos.

El próximo objetivo de los debilitados Spurs será nada más y nada menos que Cleveland Cavaliers, la escuadra de LeBron James, cuyo enfrentamiento se dará este domingo en el Quicken Loans Arena.

Denver, en cambio, buscará su quinto triunfo consecutivo cuando reciba en su cancha a los encendidos Houston Rockets,comandados por el candidato al MVP James Harden.