El conjunto azulgrana sigue en la búsqueda de recoletar más trofeos. El año pasado se consagró campeón de la liga, en su temporada de regreso a la élite del básquetbol argentino y ayer consiguió el Torneo Súper 4 luego de jugar dos partidos muy cerrados, que se definieron por la calidad de jugadores que posee el equipo de Julio Lamas y un planteo quirúrgico que funcionó correctamente.
Enfrente tuvo un rival durísimo como es San Martín de Corrientes. Primero en la zona norte y con un plan de juego que incomoda a todo rival al que se enfrenta. Antes de eso, tuvo que afrontar el compromiso de jugar ante Estudiantes de Concordia, otro que está muy bien posicionado en la Conferencia Norte y con un presente y nivel en ascenso.
El destacado: el marplatense Marcos Mata fue el MVP del torneo y logró 17 puntos (4-7 triples) y 12 rebotes. Lo mejor de San Martín, Reynaldo García Zamora aportó 12 tantos, 8 tableros y 4 asistencias.
El comienzo del encuentro fue todo lo que esperábamos ver, dos equipos que saben plantar a la perfección su defensa, correr con transiciones y a veces sorprender con tiro externos en el otro aro. Aunque el local sacó una luz de distancia (13-8) teniendo a Jeremiah Wood lastimando en la pintura, San Lorenzo supo tomar tiros efectivos y dio vuelta la situación faltando 1’ (17-23). Más tarde cerró en ganancia de tres: 20-23.
El Santo Correntino reforzó más el ataque con la rotación y siguió teniendo como carta principal en ataque a su foráneo pivote. Los tiros perimetrales de Leonardo Mainoldi comenzaron a aparecer como relámpagos en momentos del segundo cuarto, eso dio respiro al anfitrión que pudo emparejar el marcador y prohibirle al Ciclón tomar demasiada ventaja. Pero la visita no se encontró cómoda y sus ofensivas no eran del todo seguras. San Martín sacó seis (37-31) pero los de Boedo pudieron cerrar en desventaja de tres: 38-35.
Los papeles se cambiaron en el tercer cuarto y San Lorenzo pudo desplegar todo su juego como sabe: comenzando por la defensa para luego lastimar con plena efectividad en ofensiva. Bloqueó a la perfección ataques del rival (San Martín convirtió solamente 9 puntos) y su carta principal en el aro rival fueron los triples, con Mata a la cabeza (logró tres en el período). Revirtió la historia y pasó a ganar por diez llegando a la mitad (40-50). Los ataques correntinos eran intermitentes ya que perdió a Wood por una molestia, su principal baluarte ofensivo. El local se fue abajo 47-54.
El último fue casi todo del Ciclón, que se apoyó con la gran producción realizada en el cuarto anterior y siguió sumando para mantener la ventaja de dos dígitos. Logró 12 de distancia (52-61) y fue desvaneciendo toda esperanza rojinegra. Wood volvió a ingresar pero no fue el mismo. Por el otro lado, Mata volvió a ser clave en el equipo, trabajando silenciosamente y siendo certero tanto en ataque (sus triples) como en defensa (rebotes y tapones). De esa forma, San Lorenzo selló un encuentro muy cerrado por 70-59 y gritó campeón del Súper 4.
