Desde la llegada de Silvio Santander, Quimsa cambió radicalmente su cara y su desempeño en la Liga Nacional. El actual rendimiento era de esperar, teniendo en cuenta la capacidad de Santander en el manejo del grupo, en su constante motivación a los jugadores y ni hablar de la dinámica y el ritmo de juego que alcanzó el plantel santiagueño. Lo que no se sabía era cuánto tiempo iba a llevar el ajuste de las piezas, la adaptación de los extranjeros al equipo y a la idea de juego. Es digno destacar este aspecto porque existen muchos jugadores que presentan complicaciones en el proceso de amoldamiento al juego que pretende "explotar" e imprimir el coach. Entonces he ahí el arte del técnico de encontrar los roles de cada uno de los intérpretes.

Otro mérito que tuvo Santander es que supo lidiar con la cantidad de lesiones que se dieron partido tras partido, por eso en un momento apeló a los juveniles para reemplazar a Juan Brussino o a Nicolás De Los Santos o en la jornada de ayer donde Torin Francis fue el único referente debajo de los cestos, ya que Roberto Acuña no fue de la partida a raíz de una dolencia en el codo derecho. El arribo de "Champ" Oguchi va dando dividendos, aunque el estadounidense nacionalizado nigeriano es un jugador de equipo y no tiene el papel principal que lo venía teniendo Novar Gadson. En relación a eso se puede decir, y no todos lo equipos pueden afirmarlo, que Quimsa encontró a su terceto ideal de extranjeros. Más allá de que la irregularidad pegó a todos por igual, Torin Francis, Jeremiah Massey y Novar Gadson fueron implacables cada vez que Quimsa los necesitó. Al principio todo hizo pensar que el combinado santiagueño iba a tener problemas con los extranjeros, ya que al principio no encajaron Marcus Melvin ni otros más. Está claro que, en ese punto, Massey llegó para quedarse y realiza un doble aporte: su goleo característico y una buena marca. 

Por el lado de los bases, Nicolás De Los Santos demostró condiciones para presidir el equipo, aunque Juan Brussino siempre respondió cuando el ex jugador de Gimnasia de Comodoro estuvo irresoluto, timorato e impreciso. En cuanto a la fisonomía de juego, ambos son distintos y es importante porque se pueden complementar. Los dos playmakers  tienen sus habituales socios, por ejemplo: De Los Santos congenia muy bien con Leonel Schattmann y Brussino se asocia de manera notable con Sebastian Vega y Jeremiah Massey. Esos subgrupos o, mejor dicho, asociaciones tienden a propinar un mayor volúmen de juego.

Párrafo aparte para Sebastián Vega, Roberto Acuña y Leonel Schattmann. Los primeros dos son fundamentales en la marca porque aportan buenas coberturas, buenos chequeos y sobre todo rebotes. En el caso del ex Atenas y Olímpico, no sólo aporta goleo sino que hace jugar a sus compañeros a través del buen uso de las cortinas y la atracción de las marcas.

Las claves que facilitaron el triunfo ante Boca fueron un mayor reparto en el goleo, buenas defensas que permitieron el contrataque, el deseo de competir constantemente (algo que siempre remarca Santander en el diálogo con la prensa) y la multiplicación de esfuerzos. 

En ese panorama, se destacaron De Los Santos y Francis con 24 y 21 unidades respectivamente. En ese lote se anotaron también Massey con 15 puntos, Vega y Brussino con 11 tantos.

Con todos estos condimentos, Quimsa se ubica en la segunda posición. Sin embargo tendrá que revalidarlo este sábado, a partir de las 21, contra San Martín en el estadio Ciudad. La imbatibilidad puede acabar pero la idea de juego jamás muere.

Las mejores jugadas del partido